Editorial Destino
Premio Nadal 2025
250 páginas
Disponible en ebook
Hay muchos libros sobre el recuerdo de la figura del padre, escritores que han decidido regalar a su progenitor una biografía que reivindique la dificultad de sus responsabilidades y que haga fehaciente su admiración a pesar de las imperfecciones.
Sin duda mi favorito en este subgénero, es El olvido que seremos. Fernández Díaz por lo visto ya había realizado un ejercicio parecido con el personaje de su madre.
El material de estas narraciones es la memoria, algo no siempre fácil de pasar por el filtro de la narración. Y no siempre fácil de acotar.
En el caso que nos ocupa, el protagonistas forma parte de los emigrantes asturianos que viajaron con su familia a Argentina en busca de fortuna y fundaron allí una pequeña colonia con la entidad de un pequeño país.
La novela describe a la perfección esa forma de vida, centrada en la familia pero formando parte de una tribu, que, alrededor del Centro Asturiano, creaba esas ceremonias que les hacían recordar que su patria seguía existiendo en otro lugar.
Ese es uno de los aciertos del libro. El otro, es el tesoro cinematográfico que formó la base cultural del autor desde niño y que empapa toda la narración, creando o apoyando las diferentes subtramas y personajes secundarios que se van incorporando.
Por lo demás, la propuesta es sobre todo una memoria íntima, que tampoco intenta profundizar demasiado en Marcial, más allá del secreto del título, que tampoco es especialmente importante. Doscientas páginas que se leen con comodidad y que producen ternura, crónica breve de la distancia, en tiempo y en espacio.
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