CINE: SEX de Dag Johan Haugerud

 

Noruega 2024

Thorbjorn Harr.Jan Gunnar Roise. Siri Forberg. Brigitte Larsen. Anne Marie Ottersen. 

Todo comienza en un los tejados de la ciudad. Como si fuese un homenaje a Mary Poppins, la pareja de hombres protagonistas de esta película trabajan de deshollinadores en un paisaje urbano vivo y en construcción.

Y el prólogo de la historia es una conversación entre ellos donde ambos se cuentan experiencias recientes que podrían poner en cuestión su masculinidad, en un entorno básicamente heterosexual. De ahí surgen las dos historias paralelas que, durante unos días y en forma de diálogos, vamos a conocer de una forma frontal y abierta.

En una de ellas, nos centraremos más en la vida cotidiana de una pareja y su hijo, y en como una alteración de la percepción del hombre, es algo que deja de ser un problema en el momento en que se habla. Lo que aquí se cuestiona es la necesidad, por parte de la masculinidad tradicional, de admitir la necesidad de ser tratado sin exigencias, con la libertad de ser frágil, así como su creencia ( y esto es sin duda más cuestionable ) de que esto es lo que ocurre con las mujeres.

En la otra, una inesperada infidelidad, llevará a un conflicto mayor entre los dos miembros de la pareja, aquí el diálogo no se abre a la comprensión sino que producirá una ruptura, precisamente por el concepto de masculinidad exigido por la esposa. Me gusta mucho la disección minuciosa que se hace de las sensaciones de marido y mujer y, sobre todo, la evolución del primero desde la aparente indiferencia hasta el desconcierto pasando por la verguenza. El trabajo de Gunnar Roise es tan potente que en la escena del interrogatorio íntimo por parte de su mujer consigue que nos sintamos verdaderamente incómodos.

Además Sex es una película con una personalidad peculiar. En primer lugar es absolutamente local en la muestra de sus costumbres, con lo que tenemos una sensación curiosa ante situaciones alejadas de nuestra normalidad: el chico cosiéndole el vestido a su padre, los padres hablando antes sus hijos de sus sueños de extraño contenido, la doctora narrando historias de contenido sexual a sus pacientes.... Pero sobre todo, la convierte en especial su gramática, el contraste entre esas sólidas piezas de diálogo casi estáticas y las escenas de transición en una ciudad entre viva e impersonal, entre el silencio de las primeras y la estridencia sonoras de las segundas, esa geometría casi arquitectónica, esa belleza gélida.

Sí, es diferente, y hay simbolismos que no consigo atrapar, pero he disfrutado de este ejercicio intelectual que se construye ante nuestros ojos, porque además, a pesar de todo, tenemos que reconocer, de hombre a hombre, que no nos sentimos muy lejos de la pareja protagonista. Hay en Sex mucho material para la reflexión y el debate.

Creo que esta es la primera parte de una trilogía. Que buena noticia

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