USA 2024.
Jesse Eisenberg. Kieran Culkin. Jennifer Grey. Will Sharpe. Liza Sadovyy. Kurt Egyiawan. Daniel Oreskes.
La anécdota de A real pain es sencilla y, en principio, poco
sorprendente: dos primos casi antagónicos, se apuntan juntos a realizar un Tour
del Holocausto como homenaje a su abuela, superviviente de los campos y recientemente fallecida. En ese viaje, compartirán su tiempo con otros personajes más o menos
diferentes, creando situaciones imprevistas, divertidas y desconcertantes.
Sin embargo, salgo del cine con una fantástica sensación, de
esas veces que no sólo me han contado algo, sino que también me han hecho
reflexionar. No sé si decir que una película nos ha cambiado la vida es un poco
grandilocuente, pero sí puedo decir que me ha aportado una nueva visión. Voy a
intentar explicarlo, no es fácil.
Creo que en el fondo, A real pain habla de sentir, no tanto
de asumir el dolor, algo bastante habitual en las historias de duelo, sino
precisamente de la necesidad de ese dolor, de la necesidad de abrir la puerta a
la parte menos racional de nosotros mismos, sin miedo, aceptando nuestra
fragilidad y siendo conscientes de que vamos a sufrir más pero también
estaremos más cerca de alcanzar nuestra mejor versión en lo que se refiere a
humanidad.
También nos plantea el dolor como una herencia, poniendo
encima de la mesa la dificultad de entender como enfrentarse a él, si realmente
existe una obligación o todo responde a una decisión personal.
Nunca había pensado en todo esto, y de hecho siempre me he movido en un escepticismo ante cualquier sentimiento que no emane con absoluta pureza del interior, sin percatarme de que quizás con eso los estaba taponando. Será la edad, pero últimamente estoy cada vez más abierto a ver las cosas desde un prisma diferente, de eso nos habla también Eisenberg y creo que voy a hacerle caso.
Sorprende la riqueza del guion, que, navegando desde un
concepto tradicional de comedia, habla de infinidad de cosas, como por supuesto
la enfermedad mental ( ¿Cuándo se considera que existe, que es una persona
rara, que papel juega la transformación producida por el propio dolor en esas
metamorfosis?), de la dificultad de intentar decidir siempre que es lo correcto
y situarnos en el lugar que consideramos como tal, de la fragilidad de nuestra
relación con el otro y la confusión que siempre existe entre atracción y
rechazo….
Es sorprendente pensar que esta es la primera película
escrita y dirigida por Eisenberg. Como ya he dicho, el guion es atrevido y
meticuloso, pero además la caligrafía es un prodigio de agilidad y elegancia,
una mixtura perfecta entre lugares y personajes.
Creo que su mirada es lo que convierte esta cinta en algo
diferente. Es tierna, empática, transparente y generosa. Y además inteligente y
técnicamente atrevida. Ese movimiento constante hacia adelante, esa música de
Chopin, decisiones que se unen a la sinceridad de ese plano final con el que se
admite la falta de respuestas pero la necesidad de hacerse preguntas.
Y es él quien consigue algo tan difícil como que la emoción
y la risa viajen juntas.
Hace muchos años visité el campo de concentración de Dachau. En esa época era sólo un turista. Si volviese algún día me gustaría hacerlo con David y Benji. He recibido el mensaje, me permito no ser perfecto y para ello se los permito a los demás, y con ello, me permito no sufrir o sufrir en exceso, pero en cualquier caso, me atrevo a abrir la puerta.
Hacedme caso, esta película es una maravillas.
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