CINE: GEAT FREEDOM de Sebastian Meise

 

Austria 2021

Franz Rogowski. Georg Friedrich. Anton Von Lycke. Thomas Prenn. Alfred Hastung. Fabian Stumm. Andreas Patton. Daniel Wagner. Thomas Stecher. Ulrich Falsnacht. Joachim Schonelfield. Klaus Huhle.

Recuerdo varias película en los últimos tiempos sobre una relación masculina en entornos difíciles, la laureada Broadback Mountain, la inglesa En tierra de Dios, .... Con todas he tenido un problema de narrativa. Me puedo creer el encuentro, la pasión, el miedo por supuesto, pero me cuesta cuando, en ambas, el romanticismo dificulta la credibilidad. Posiblemente mi problema es que me importa más la crónica social que la historia de amor.

Great Freedom comienza en una cárcel austriaca después de la Segunda Guerra Mundial, donde el protagonista va a pasar los siguientes veinticuatro meses por su conducta homosexual. Allí se reencuentra con un amigo de otros ingresos anteriores, y en una estructura de flashbacks, iremos conociendo su historia entre esas celdas, la suya y la de algunas personas que han orbitado a su alrededor, pero especialmente la de ese compañero de celda que pasa del rechazo violento a una amistad densa, carnal. 

Quizás sea una historia de amor, o mejor dicho, la construcción de una historia de amor a lo largo de los años. Y el amor se forma de comprensión, de protección frente a un mundo que duele y de sentirse protegido, de miedo y de coraje. Y de necesidad de piel, de cuerpo, de tocar a otro ser humano. La libertad a la que se hace referencia en el título es también material de reflexión ¿ que implica? ¿ donde está realmente?  

Great Freedom es epidérmica y dolorosa, rigurosa en su narrativa y sobria en su caligrafía con lo que la emoción es real, nos atraviesa.  Pero es también una historia creíble y hermosa, capaz de extraer en medio de la suciedad, esos valores que dan grandeza al ser humano.

Conocía a Franz Rogowski de buenas interpretaciones en varias películas europeas, en especial las de Petzold, y me gustaba, pero nunca le había visto en un personaje tan complejo. Él es el culpable en gran parte de hacer verdad esta larga historia, capaz de ser un joven perdido y un hombre desengañado, de dudar y de encontrar las respuestas, de amar desesperadamente, de necesitar desesperadamente sentir.

La película de Meise podría considerarse también cine político y crónica histórica, reivindicación, recordar que el colectivo homosexual fue maltratado durante años, cometiendo con algunos de ellos la atrocidad de sacarlos de un campo de concentración para meterlos en la cárcel, y lo recibo. Pero me llena mucho más desde la sinceridad con la que nos habla de la desesperación y lo afectos, en definitiva, de la fragilidad del ser humano, en definitiva, de todos nosotros. Porque no podemos olvidar que todos, amemos a quien amemos, suframos por lo que suframos, sean cuales sean nuestras necesidades, siempre necesitaremos amor. Posiblemente una de las mayores crueldades de la historia haya sido negárselo a muchos.

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