CINE: TIK, TIK....BOOM de Lin Manuel Miranda

 

USA 2021

Andrew Garfield. Alexandra Shipp. Robin de Jesús. Vanessa Hudgens. Joshua Henry. Judith Light. Bradley Whidford. Jordan Fisher. David Iacono. Joanna Adler. Marie Rose Baramo. Jared Lofin.

Netflix

Para los que nos gustan los musicales, Rent fue una fantástica sorpresa. 

Una adaptación de La Boheme al Nueva York más rebelde que nos enseñaba varias cosas sobre la actualización del género:

Que desde un musical, como desde cualquier obra de teatro, se podía contar cualquier cosa, que en un musical tenía cabida también cualquier tipo de música y que ya no era necesaria la grandilocuencia de antaño en la puesta en escena, sólo talento.

Detrás de esa obra maestra estaba un creador, Jonathan Larson, que  no iba a ofrecernos más, porque había fallecido antes del estreno. 

En este frustrante descubrimiento, teníamos poca información sobre otras piezas previas de su autor. Hasta ahora desconocía esta. Una propuesta curiosa, original: un one man show, acompañado de un dúo de cantantes, unos cuantos músicos y un piano, en el que el propio autor contaba los acontecimientos que, alrededor de su treinta cumpleaños, le llevaron desde la frustración a la decisión de seguir luchando por su sueño.  Alrededor, una ciudad efervescente y oliente donde el fantasma del sida venía a coaccionar el fantasma de la libertad y donde la creación aprendía a convivir con el dinero.

Las canciones, magníficas, no son meros complementos sino que forman parte de la estructura narrativa de una forma perfectamente estructurada, siendo parte fundamental de la historia y justificando su propia existencia en cada momento, algo que distingue la esencia del musical de otra propuestas centradas fundamentalmente en el espectáculo.

El material de partida era por tanto excelente pero a priori, poco cinematográfico. Una apuesta importante.

Larson en su corta vida, revolucionó el musical, creo que Lin Manuel Miranda es también un personaje a tener en cuenta. Hace poco conocí la versión cinematográfica de una de sus obras, En un barrio de Nueva York, pero, sobre todo, es el autor, director e intérprete principal  de Hamilton, uno de los hitos de los últimos años en Broadway, tan diferente como logrado.

En el cine debuta con esta película. Está claro que es un material que no puede ser más adecuado para él y con el que se siente muy cómodo. Y el resultado, por lo tanto, tenía todas las posibilidades de ser magnífico. Lo es.

Cuando se representaba esta pieza en los teatros, su intérprete era el propio Larson, pero Larson ya no está. Por lo tanto, hay que poner la obra en contexto y esta versión lo hace, con pocos elementos pero mucha sinceridad. Por otro lado, el monólogo se abra a exteriores, no sólo en las partes musicales sino también en tramos dramáticos. Se consiguen números estupendos, escenas cargadas de emoción, y un montaje perfecto que en ningún caso deja ver las costuras. 

Y para que todo funciones, hacía falta un intérprete alrededor del cual pivotase toda la acción. Andrew Garfield es perfecto, generoso, simpático y doliente. Es imposible no creérselo, no compartir su sueño, no estar a su lado.

Un punto fundamental para que Tik, tik... boom sea una película tan disfrutable, es que se hace desde el amor, la evolución que proponía Larson y que propone Miranda, viene desde el respeto más absoluto hacia el pasado del género, al que homenajean en varias escenas, y nada menos que con el padrinazgo del más grande, Sondheim, a quien hace unos días recordábamos aquí por su fallecimiento. Él fue capaz de hacer todo lo imposible, Larson lo habría hecho, y Miranda lo hará.

El futuro del género está asegurado. 

Y por si no lo habéis notado: yo soy de los que lo disfruto a muerte.

Público

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