290 páginas
Disponible en ebook.
Hay varias razones por las que este libro, difícil de definir, me recuerda a Maniac de Benjamín Labatut.
La primera, unas altas expectativas antes de lanzarme a su lectura.
La segunda, su construcción como un artefacto que integra aparente realidad a ficción, narrativa y ensayo, fabulación histórica y disgregación.
Todo comienza con el autor hablando sobre los años que su padre, un mestizo de Tasmania, pasó en terribles circunstancias como prisionero de guerra, condenado a trabajos forzados, en una mina en Japón. Es cierto que la propuesta, tiene mucho de autobiografía, no sólo sobre el propio autor, sino también sus familiares desde generaciones anteriores.
Y, además, Flanagan nos hablará del final de la Segunda Guerra Mundial gracias a la creación de la bomba atómica,. de como una novela de H.G.Wells influyó en el científico que impulso el desarrollo de dicha arma, de como una historia de amor fallida del escritor influyó sobre la creación de ese libro.... Y de como, todo ello, fue determinante en las vidas de muchas personas, entre ellas la familia del autor.
La obra tiene un tono general literariamente hermoso y pleno. Además hay muchos pasajes donde se roza la sabiduría.
Mi problema, como me pasaba con Maniac, es la disgresión. Hay aquí demasiadas cosas, y la leo con la sensación constante de que me estoy perdiendo cosas, que no consigo atrapar todo lo que el autor me ofrece, y eso es frustrante.
De hecho, el autos cuenta en los agradecimientos, que partes del libro, han sido publicados de forma independiente en diferentes medios. Es por lo tanto un libro compuesto por diferentes piezas que no siempre encajan.
Se habla de La pregunta 7 como una obra maestra, posiblemente pueda serlo.
Público
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