NOVELA: LOS NAUFRAGOS DEL WAGER de David Grann

 

Random House

410 páginas

Disponible en ebook

Creo que ya lo he escrito por aquí alguna vez; tengo pocos recuerdos de haber disfrutado tanto con un libro como con La isla del tesoro. 

Las novelas de aventuras son para mi el origen de mi pasión por la lectura, Julio Verne, Emilio Salgari ( el favorito de mi padre), Stevenson por supuesto, y muchos otros. Y todo era mucho más emocionante cuando la aventura tenía lugar dentro de un navío.

Cuando vi la portada de Los náufragos del Wager y leí la sinopsis, sentí que se me ofrecía la oportunidad de volver a sentir aquella pasión que, de adultos, es tan difícil recuperar en su pureza. Y pasó de lista de pendientes a lectura en apenas unos días.

¿El resultado? el esperado. Lo que nos ofrece David Grenn es una aventura en toda regla aunque haya aspectos que la acerquen más a los adultos que somos que a los niños que fuimos. 

La historia es real. En 1740 más o menos, el Wager, un barco perteneciente a la Armada Británica dentro de un convoy de cuatro más, zarpó de Inglaterra con el objetivo de derrotar en los ignotos mares de Chile y la Patagonia, a sus enemigos españoles. Las durísimas condiciones de navegación, lo separan del resto de la caravana y termina naufragando. En una isla abandonada y azotada por las tormentas, los supervivientes deberán sobrevivir y afrontar las luchas internas por el ejercicio del poder y el uso de los recursos. Cuando dos facciones de náufragos retornen a la civilización, la decisión sobre que es lo que realmente ha ocurrido, se convertirá en un asunto de estado.

El material es, sin duda, propio de las más apasionantes novelas del género, sin embargo Grann dará un paso más y lo acercará a la crónica. Si bien, existe una excelente creación de personajes que, dentro de la colectividad, apuntalan las individualidades, también un control perfecto de la narrativa, incluso con algunas disgresiones históricas y literarias que enriquecen el relato, pero además, hay un magnífico caudal de información. La pericia del autor es manejar todo ese conocimiento, sin que ello ralentice el desarrollo de la novela, la tensión y su lectura.

El resultado es magnífico. Pero además de la apasionante aventura, y siguiendo con su función de crónica, existe en el libro un retrato amplio y meticuloso de la época, y en ese sentido, es fascinante la carga social orgánica, la división en clases con sus consecuencias en un nivel de rigidez propio de la sociedad de castas.

Lo he pasado muy bien leyendo Los náufragos del Wager. Y muy mal. He sentido la claustrofobia de la vida en el galeón, el idealismo de aquellos que creen en los principios de la Armada y la necesidad de quienes se enrolaban sin ningún sentimiento de lealtad, también he compartido el pavor a las tormentas, la humedad y el frío, la incertidumbre de la oscuridad, el hambre, la miseria que lleva a tomar decisiones tan brutales como el canibalismo, la muerte cercana.....

Pero, sobre todo, he disfrutado de nuevo como cuando era un niño, y cada página era un viaje tan real como mi propia vida. ¿ De verdad alguien sigue cuestionándose si leer multiplica de verdad nuestra vida?. Por mil.

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