Canadá 2024
Vicent Cassel. Diane Kruger. Guy Pearce. Sandrine Holt. Elizabeth Saunders. Ingvar Eggert Sigurdsson. Jennifer Dale. Jeff Yung.
De todos es conocida la pasión de Cronenberg por los cuerpos, las deformidades, lo sórdido unido a lo físico, la cirugía transformativa.... casi una seña de identidad. Sin embargo, siendo un director que me interesa bastante, me quedo con sus thrillers más convencionales como las magníficas Una historia de violencia y Promesas del este, o con su narrativamente portentosa Cosmópolis. Creo que, en ocasiones, dejarse llevar por las obsesiones puede ser algo perjudicial y un ejemplo en la carrera del autor canadiense es sin duda Crímenes del futuro.
Los sudarios parte de una idea oscura. Un hombre obsesionado por el dolor de la muerte de su esposa, crea un modelo de cementerios donde los deudos podrán contemplar la degradación de los cuerpos amados en el ataúd, con el objetivo de no dejar nunca solos a sus seres queridos. Un inesperado asalto al lugar, supondrá la aparición de una amenaza no prevista en forma de conspiración internacional así como la necesidad de que el protagonista tenga que replantearse todas sus seguridades.
El fondo podría ser sin duda el de un thriller en el que el personaje principal se ve expulsado de su refugio para empezar a dudar sobre todo lo que le rodea, una de esas situaciones de desconocida amenaza que directores como Hitchcock manejaban tan bien. Pero Cronenberg es otra cosa.
De hecho, y reconociendo muchos aciertos, no puedo evitar la sensación de que el director no tiene del todo claro hacia donde quiere llevar su historia, y como consecuencia, asoman muchas variantes. Eso también influye en la definición de los personajes secundarios y en sus relaciones, quien debería de causar la máxima inquietud es un hombre intrascendente en su desarrollo, la hermana de la difunta encaja como herramienta narrativa pero su posición puede alcanzar por momentos cierto ridículo...
Al final, Cronenberg despacha de mala manera la intriga conspiranóica sin ofrecer tampoco una reflexión sobre el duelo.
Quizás el problema existe cuando esperamos más y hay base para ello, pero en cualquier caso, Los sudarios no me llena, ni me aturde, ni me incómoda, y tengo en muchos momentos la sensación de que va a dar ese paso, pero entonces gira hacia otro lugar. Una pena.
Público

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