Elio Germano. Pablo Pierobon. Roberto Citran. Stefano Abbati. Francesco Acquaroli. Pablo Calabresi. Andrea Pennacchi. Andrea Radonicich. Fabrizia Sacchi. Giorgio Trabassi
En tiempos en los que la historia se ha convertido en fuente inagotable para la ficción, no es fácil ofrecer una narración en la que se quiera ser purista a la hora de retratar una época o unos personajes.
Andrea Segre nos quiere contar los años de triunfo de Enrico Berlinguer, líder del Partido Comunista de Italia que estuvo a punto de llegar al poder, con lo que eso hubiese supuesto, no sólo para el país, sino, sobre todo, para los equilibrios ideológicos de Europa.
La decisión del director es tan valiente como comprometida: la historia de esos años se cuenta en un absoluto presente, no hay pasado ni futuro, los personajes sólo están definidos por sus acciones en esos momentos y en ningún caso hay elucubraciones sobre sus razones o su perfil psicológico. Segre opta por la crónica, casi con un estilo documental utilizando material de archivo y, con ese estilo sobrio hasta la aridez, consigue contarnos muchas cosas.
Lo que más me interesa de esos años es que el equilibrio difícil en que el continente se movía impulsado por fuerzas aparentemente morales, antes de la caída del Muro de Berlín y el cuestionamiento de las ideologías. La polarización de la sociedad entre el obrero y el capital, comprendiendo que hubo un tiempo en que tenían sentido las revoluciones y, posiblemente volver a poner el contador a cero.
También queda, por supuesto, el retrato de un personaje políticamente honesto y comprometido aunque realmente sepamos poco de él, más allá de su gran ambición por cambiar el mundo.
Decisiones narrativas como esta, apuestan por la coherencia a base de comprometer la propia narración a una representación que se acerque lo máximo posible a la verdad. Sin duda se limitan pero personalmente es mucho lo que me aporta. A fin de cuentas, renuncia a una emoción epidérmica, posiblemente más eficaz, por la emoción colectiva de no olvidar la grandeza del ser humano cuando asume la lucha, algo que, en mi caso, echo de menos, sin haberlo vivido. Es importante recordar esos tiempos y a los hombres que fueron capaces de renunciar a si mismos por el bien común.
Público
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