1400 páginas
Disponible en ebook.
Novela.
Una palabra que sirve para muchos modelos narrativos, cada vez más, historias convencionales, experimentación, propuestas que maridan la ficción con lo documental o el ensayo.... las posibilidades son infinitas.
Pero pensemos en la versión más amplia de la palabra. Trasladar un relato, con unos personajes tan complejos y completos que parecen reales y retratando un entorno con tal precisión que en ocasiones ampliamos la narración en lo didáctico.
A ese nivel se corresponde Los Miserables.
Victor Hugo trabaja el folletín como forma de estructurar la narración, algo acorde con su época, pero su propuesta es mucho más ambiciosa, y esa ambición se materializa en una obra magna.
La columna vertebral de la historia es Jean Valjean, un joven que termina en el presidio por robar un pan para alimentar a su familia. Su salida, después de cumplir una condena alargada por varios intentos de fuga, será el inicio de una nueva lucha por alcanzar su lugar en el mundo, pero no es fácil cuando se ha nacido en el espacio reservado a aquellos que nacieron para sufrir. Su extrema epopeya coincidirá con la lucha de un importante grupo de idealistas en una utópica revolución para cambiar el rumbo de las cosas y exigir una mínima justicia social.
Con sus personajes vivimos un París cruel y desigual, recordamos Waterloo, nos subimos y peleamos en las barricadas, recorremos las alcantarillas...
Todos tenemos una larga lista de libros pendientes a la que de vez en cuando nos enfrentamos intentando reducirla. Muchas veces, cuando nos referimos a clásicos, lo agradecemos. A mi me cuesta, lo reconozco, las obras monumentales en este grupo, aunque es ahí donde he tenido satisfacciones como Middlemarch o, hace poco Los hermanos Karamazov. Los Miserables era otra de este grupo, agravada por el hecho de conocer la historia previamente ( o creer que la conocía ). Pues bien, lo que me he encontrado es una novela de una riqueza impresionante, que pocas veces recuerdo hacer experimentado.
Por resumirlo, la obra de Victor Hugo es una de esas obras con las que recorremos un tiempo largo y plagado de tramas, y eso hace que, cuando recordamos los primeros capítulos, nos parezca que estamos moviéndonos a un pasado que, más que leer, sentimos haber vivido.
Entiendo, después de leerlo, porqué Los Miserables es una de las piezas claves de la literatura, incluso más allá de su valor literario: es una de esas novelas que crean lectores.
Público
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