Anamaria Vartolomei. Matt Dillon. Celeste Brunnquell. Giuseppe Maggio. Marie Gillain. Yvan Attal. Hugo Becquer. Jeremie Renier. Jeremy Charvet. Stanilas Merhar. Anne Suarez. Judith Henry. Jonathan Couzinie.
Nací al cine escuchando que El último tango en París era una película icónica. Posiblemente, seamos sinceros, muchos valoraban la comodidad de poder contar con excusas culturales para ver desnudos entonces poco frecuentes en las pantallas, y en eso, tenía mucho que ver la escena de la mantequilla.
Tiempo después, escuchamos o leímos que el rodaje de dicha escena tuvo mucho de realidad y que María Schneider la vivió como una violación.
Posiblemente ese sea el núcleo de Being María, el destrozo que una agresión de ese tipo puede producir en la fragilidad de una joven que no cuenta con redes de apoyo emocional sólida.
La película no ha sido acogida con demasiado entusiasmo y lo cierto es que yo no encuentro nada malo en ella y si algunas cosas buenas como la interpretación de Vartolomei y la adecuada creación de Marlon Brando que hace Dillon.
Posiblemente sea superficial y apoye su relevancia excesivamente en su recordatorio de la crueldad de tiempos anteriores al Metoo. Es cierto que podría optar por un debate sobre los límites de la creación artística, pero prefiere pegarse al personaje, una actriz con una carrera bastante mediocre y de la que nunca sabremos si es que carecía de talento o la película de Bertolucci actuó sobre su destino como una maldición.
Repito, es una película correcta. No se le debe de pedir a una obra que sea lo que no pretende ser, y el tono de activismo, no debe sorprendernos hoy día.
Además, reconozco que yo tengo debilidad por las películas que hablan de cine, y las escenas del rodaje, son aquí las mejores.
Para obras maestras me replantearé volver a ver El último tango en París, aunque tal vez la nueva mirada que Being María me ha proporcionado, me haga mucho menos soportable algunas de sus escenas.
Público
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