400 páginas
Disponible en ebook
He terminado ¡Martir¡ en pocos días. Me gustaría compartir
las sensaciones que me ha producido y porqué me ha gustado tanto. Sé que no es
fácil. Sorprende la cantidad de cosas que puede contener un libro que, sin ser
demasiado largo ( 400 páginas ) y sin contener grandes aventuras, se abre como
un mosaico increíble. Y creo que es porque, si bien la narrativa es muy sólida, lo más relevante de la propuesta de Kaveh Akbar está en la reflexión.
El protagonista, Cyrus,
es un joven en periodo de abandono de sus adicciones, o de algunas de
ellas, con una carrera de poeta en ciernes ( ambas características muy
relacionadas con el propio autor ), obsesionado hasta lo absurdo y desde un
egoísmo absoluto, con el sentido de la muerte, probablemente como forma de
darle sentido a la vida.
Cuando una conocida artista, enferma terminal de cáncer, decide realizar una performance alrededor de sus últimos días, parece una instalación hecha para él, que no dudará en irse a New York con su mejor amigo para entrevistarse con ella. La relación entre ambos será algo tan hermoso como inesperado para ambos.
Dentro de este planteamiento argumental, incluso con puntas
de melodrama, el autor nos cuenta como en ondas expansivas, la vida de sus
personas más cercanas, una madre que murió en un accidente de aviación
provocado por el ejército americano, un padre que huyó con Cyrus a EEUU donde
construyó una vida precaria pero suficiente, un tío que cabalgaba entre los
moribundos disfrazado de ángel de la muerte….
Además, ¡ Mártir ! nace también como una construcción, con
piezas muy diversas: poemas, extractos de un futuro libro, notificaciones del
ejército, pequeñas historias aquí y allá. Y lo fascinante es que funcionan
todas las partes, pero también funciona perfectamente el todo, componiendo un
conjunto fascinante que puede mantenernos muchas veces confundidos con la
dirección pero en la que el autor nos leva siempre de la mano.
Hablaba antes de reflexión y es cierto. Esta es una
novela para pensar y donde hay mucho pensamiento. Probablemente acertaríamos al
decir que es una novela sobre la duda y todo aquello que no se sabe y nunca se
sabrá. Una pieza delicada, preciosamente escrita y contada con cercanía.
Además, a pesar de su traslado a América siendo apenas un niño Akbar no reniega
de su esencia iraní lo que da un color y una textura
exótica a todo el relato.
La lectura me ha resultado apasionante, no sólo desde la
trama, ni desde la reflexión, sino también literariamente hablando. No sé como
explicarlo bien pero creo que ¡Martir! le devuelve al libro su propia esencia,
su carta de naturaleza, su realidad.
En fin. Sé que es de esas ocasiones en que mis palabras están lejos de lo que me gustaría expresar. Por lo menos lo he intentado. Tal vez todo se resuma en que es una de esas ocasiones en que una obra se convierte en algo íntimo y tengo la sensación de que su autor dialoga directamente conmigo. Al final, en mi caso al menos, la relación con los libros es algo solitario y personal. Y algunos, como este se queda para siempre.
Público
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