USA 2025
D Pharaoh Woon A Tai. Will Poulter. Cosmo Jarvis. Joseph Quinn. Kit Connor. Michael Gandolfini. Charles Melton. Noah Centineo. Taylor John Smith. Finn Bennett. Henry Zaga. Evan Holtzman. Adain Bradley.
He tenido muchas veces con el cine bélico demasiado epidérmico. Tengo que reconocer por ejemplo que fui incapaz de seguir Brack Hawk Derribado porque, a pesar de su magnífica factura, no conseguía entender bien lo que estaba ocurriendo ni identificar a los personajes. Algo similar me ocurrió por ejemplo con la francesa Capitán Conan y con algunas otras. Tenía por lo tanto mis recelos con Warfare.
Por otro lado, el hecho de que la película estuviese codirigida por uno de los protagonistas reales del hecho narrado y que el guion se compusiese en base a los recuerdos de quienes estuvieron allí, le daba un nivel de realidad que merecía atención.
El resultado es muy positivo. Lo que nos cuentan es un hecho muy concreto perfectamente limitado en tiempo y espacio, casi respetando la regla teatral de las tres unidades. Durante la Guerra de Irak, un pelotón de Navy Seals se acuartela en una casa en territorio enemigo, con el objetivo de realizar labor de vigilancia. Allí tendrán que soportar un ataque feroz una vez que son localizados por sus enemigos.
La narrativa es rigurosa, esta pegada a la piel de los combatientes, pero hay que agradecer que opte por una filmación clásica huyendo de los excesos de cámara en mano y otras perspectivas similares. Aquí la tensión se consigue a base de un excelente montaje fragmentado. Por otro lado, el guion consigue el difícil equilibrio de dar protagonismo al conjunto pero consiguiendo individualizar a los participantes.
De todos modos creo que, además de sus logros estilísticos, lo que hace singular esta propuesta son sus motivaciones. Garland y Mendoza son conscientes de que para mostrar el horror de la guerra sólo es necesario ser veraz, es imposible no sentir horror ante su inhumanidad, el inútil dolor y la ausencia de verdaderos vencedores. Además, no hay heroísmo ni grandeza para nadie. Pero aun así, tampoco se comete el frecuente error en el antibelicismo militante de convertir a los combatientes en culpables. De hecho, Warfare tiene un nivel de justo homenaje que confirmaremos en el epílogo que sirve de títulos de cierre y que a mi consiguió emocionarme.
Lo que nos ofrecen Garland, Mendoza y todo el equipo es una experiencia sensorial, sin duda, también un esfuerzo cinematográfico excelente y un futuro referente de cine de género. Pero además, y sobre todo, es un reconocimiento justo para que ciertas ideologías confusas no nos lleven a olvidar a quienes, tantas veces, debemos nuestra tranquilidad.
Público.

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