Miriam Garlo. Álvaro Cervantes. Elena Irureta. Joaquín Notario. Erika Rubia. Marc Tapia. Agustín Otón. Oti Manzano. Sofía López. Leticia Ramírez. Antonio Serrano. Rosario Arca.
Hay películas que son fundamentalmente importantes, aquellas que nos enseñan realidades que, por cerca que se encuentren, nos son ajenas.
Es el caso de Sorda. Su protagonista, Ángela, parece haber normalizado su vida con deficiencia auditiva, con su pareja, oyente, algo no muy habitual en el círculo de amigos de ninguno de los dos. El nacimiento de una hija, produce una situación frente a la que todo lo alcanzado parece venirse abajo.
El guion sin duda está escrito desde el conocimiento de lo narrado, las dudas, las inseguridades, la necesidad de sentirse víctima o de exigir apoyos, la dificultad de crear un nuevo espacio para la familia. Nos lo cuenta con rigor, de una forma meticulosa y, quizás, demasiado obvia.
Eva Libertad hace cine comprometido, casi militante. Creo que lo que de verdad le interesa es ofrecernos una imagen clara de esa realidad, incluso con una experiencia inmersiva en el epílogo, y sin duda lo consigue. En este sentido, no se le puede poner ninguna pega. También hay que aplaudir la falta de concesiones y la huida total de cualquier asomo a melodrama. No elige, en definitiva, el camino fácil. Y sin duda logra su objetivo.
Creo que Sorda me gusta, y en algunos aspectos mucho, pero no me apasiona. Sin embargo, después de verla soy mucho más consciente de aspectos en los que hasta ahora no me había parado a pensar.
Por último, un factor importante en este tipo de películas centrada absolutamente en los personajes, son sus interpretes. Miriam Garlo está perfecta, pero sobre todo, quien me gana desde el primer momento es Álvaro Cervantes, su creación es de una humanidad absoluta, matizada en detalles, capaz de hacernos compartir su ilusión ante el nacimiento de su hija, su frustración, en definitiva su amor. Espero que su premio en Málaga sea sólo el inicio.
Público
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