Peter Sarsgaard. Ben Chaplin. John Magaro. Leonie Benesch. Benjamin Walker. Zinedine Soualem. Corey Johnson. Marcus Rutherford. Georgina Rich.
La relación entre el periodismo es prolija. Los héroes en busca de la verdad se enfrentan a menudo a aquellos que quieren escamoteársela pero también a dilemas sobre el verdadero valor de la información y, más importante, la realidad de sus motivaciones, reconociendo el lugar que entre ellas ocupa el éxito.
Pero además, muchas veces ocupan la misión de cronistas imprevistos de realidades sobrevenidas.
En las Olimpiadas de 1972 en Múnich, se produjo un atentado terrorista contra el equipo israelí que, tras una toma de rehenes, se saldó de forma trágica. Ante lo inesperado, el equipo de periodistas de la cadena americana ABC, desplazada allí, para cubrir ( por primera vez en directo ) los acontecimientos deportivos, asume su función ( ¿oportunidad?), de convertirse en quienes transmitan al mundo lo que está ocurriendo.
El suceso es conocido. No hay nada nuevo en cuanto a los sentimientos ambiguos, entonces todavía vigentes, sobre el comportamiento de los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Pero es importante ser conscientes de esa realidad de un modo físico, fuera de la abstracción, y también comprender la confusión interior de quienes de una forma u otra se pudiesen sentir vinculados
Septiembre 5 nos presenta la construcción de la crónica, el trabajo para convertir una tragedia en al digerible para el público, garantizando el impacto y la prudencia. Y en ello, se confunden los criterios de compromiso con la verdad con los correspondientes al éxito, a ser los primeros y a conseguir mayor audiencia.
El guion es perfecto. Conjuga a la perfección con la individualidad de los personajes y de dotar a cada uno de ellos de personalidad. Asimismo encaja las pequeñas tramas dentro de la línea argumental global. A su servicio, el montaje es brillante y eficaz.
Al final llega el mazazo. Y lo aunque lo conociésemos previamente nos duele y nos emociona, porque la humanidad es la base de la narración de Fehlbaum.
La película cumple como magnífico entretenimiento y sobre todo como importante crónica. Septiembre 5 es cine histórico, porque la Historia está mucho más cerca de nosotros de lo que pensábamos. Y esto último le da un valor especial en tiempos en que se han olvidado demasiadas cosas.
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