Keith Kurpferer. Tara Mallen. Katherine Kurpferer. Dolly de Leon. Lia Cubilete. Deanna Dunagan. Francis Guinan. Hanna Dworkin. Matthew C Yee. Dexter Zollicofer. Tommy Rivers Vega. Alma Whasington.
Los que a menudo vamos al cine solos, tenemos muchas formas
de establecer ese diálogo de valoración de la obra con nosotros mismos. En mi
caso, hay una, personal y espontanea, que consiste en encontrarme imaginando con
quien me habría gustado verla ( obviamente sólo funciona en las que me gustan
). Ayer en Ghostlight, pensaba que me habría
gustado compartirla con las personas que más quiero. Y creo que eso define a la
perfección la película. Llamadme ñoño.
Todo comienza con Dan, un
hombre enfadado, y Daisy, su hija, una
adolescente furiosa. Sharon, la madre de la familia,
intenta poner un poco de cordura y cariño que mantenga al unido al grupo. Poco
a poco iremos conociendo las razones del dolor que produce esa amargura, al
tiempo que asistimos a la sorprendente ceremonia de curación que, desde el
patriarca, alcanzará a los tres: participar en una función teatral amateur de Romeo y Julieta.
El guion, al tiempo que gradúa a la perfección la
información, hace una meticulosa descripción de personajes, consiguiendo que
aquellos de menor relevancia no dejen por ello de ser esenciales.
Pero lo fundamental, lo que convierte Ghostlight en una cinta diferente ( y
arrebatadoramente valiente ) es su tono, algo que presiento desde las primeras
notas de una banda sonora edulcorada: la película aspira a ser encantadora, a
poner el foco en la versión más positiva de los seres humanos y marcarse como objetivos la emoción y la sonrisa.
Los directores no tienen complejos y, repito, sus intenciones están claras
desde el primer momento, que fácil es aceptarlo y disfrutar si no nos dejamos
llevar por nuestros prejuicios.
Por otro lado, los mensajes son claros y personalmente llevo
mucho tiempo compartiéndolos: la felicidad tiene que llevar aparejado asumir
las dosis de tristeza que acompañan a la vida de cualquiera y el amor, en la
familia, está muy por encima de lo que puede ser su propia apariencia.
Para que todo funcione, hay detrás además un conjunto de
actores magníficos liderados por Keith Kurpferer y
del que me gustaría destacar a Tara Mallen en el
papel quizás menos agradecidos de todos.
Sí, Ghostlight me ha encantado, la he disfrutado tanto que es de esas ocasiones que me hubiese gustado no haberlo hecho sólo. Habrá tiempo para la revisión. Esta película lo merece.
Público
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