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Mario Casas. Anna Castillo. José Sacristán. Juanjo Puigcorbé. Willy Toledo. Albert Pla. José García. Blanca Portillo. José María Pou. David Lorente. Francisco Pastor.
No sé muy bien como comenzar a escribir sobre esta fascinante locura.
Si tuviésemos que resumirla en una frase, lo que nos cuenta Rodrigo Cortés, un director no muy acostumbrado a las cosas fáciles, son los esfuerzos de un hombre en apariencia corriente, para que le metan en la cárcel y le dejen allí para siempre.
N, el protagonista, es sin duda un hombre herido e inestable que vive con su hermana. Pronto conoceremos el origen de su drama interior y, por lo tanto, la razón de esa culpa que le empapa y cuya penitencia ( que no redención ) se convertirá en el centro de su vida.
Hay varias cosas que convierten la cinta en especial. La primera la elección de la textura, en el guion y la realización ( ambas de Cortes ). Se opta por avanzar al borde de la credibilidad. Hay una mezcla de surrealismo y esperpento, cruzado por la acción del thriller más salvaje ( no sorprende que Escape esté producida por Martin Scorsese ). Y el resultado es casi una experiencia que nos sitúa en la posición de inseguridad y vértigo de una montaña rusa.
Por otro lado y aunque suene extraño, la película es divertidísima, con un humor a veces cruel pero siempre inteligente, necesario para caminar en su intensidad.
Y por último, está su protagonista. Mario Casas me sorprendió en la magnífica Grupo 7, y desde entonces, sólo me ha confirmado que es un actor excelente. Aquí se sale. Está frágil, salvaje, infantil, estropeado. Sólo la manía de sus compañeros puede explicar que haya estado ausente en la categoría de mejor actor de los Goya y otros premios en este año.
Escape es todo eso que he contado, y puede disfrutarse como un magnífico y brillante disparate del que es imposible bajarse, pero también se puede ir más allá, y entenderla como una metáfora crítica de una sociedad infantil que ha convertido la asunción de culpa, no en un ejercicio de responsabilidad, sino de victimismo.
En cualquier caso, mi consejo, por si no lo había dejado claro hasta ahora: no os la perdáis.
Público
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