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Sebastian Stan. Jeremy Strong. Maria Bakalova. Roy Marcus. Martin Donovan. Charlie Carrick. Ben Sullivan. Mark Rendall.
Siempre he pensado en lo difícil que es afrontar una biografía, reducir lo más importante de la vida de un ser humano en apenas dos horas es un ejercicio de selección importante. En este caso, el título nos aclara bastante la situación: lo que nos van a contar es como su protagonista aprendió ¿a que? según esto, a convertirse en un hombre capaz de utilizar su falta de escrúpulos para alcanzar el poder.
El personaje es nada menos que Donald Trump, hoy día el hombre más poderoso del planeta. Existe por lo tanto un punto de morbo en conocer sus orígenes y entender como pudo llegar tan alto alguien que no parece destacar por sus cualidades intelectuales. Sin embargo, la película no pretende profundizar, sino ofrecernos una variante del mito fáustico donde el tentador no comprende que su aprendiz está lejos de ser un inocente a corromper.
Quizás el hecho de que se haya elegido un director en apariencia tan alejado de lo que se cuenta, le da a la cinta cierto nivel de universalidad, evitando convertirlo en una crónica local. Lo que queda es una propuesta ágil, muy bien realizada e interpretada y con un nivel de crónica a la hora de retratar un universo emborrachado de hedonismo, donde el sida interrumpió como una mancha en un paisaje que sólo se admitía inmaculado.
La lectura política es otra cosa. Tal vez se deba a que, siendo una película correcta. El aprendiz no haya alcanzado el nivel de acontecimiento, pero el caso es que sorprende que se admita con tan poco cuestionamiento, que el hombre que dirige los destinos de gran parte del planeta sea el resultado de una cultura egoísta, desagradecida y vulgar.
Esa es, creo, el verdadero legado de esta cinta: eliminar cualquier vestigio de grandeza en su figura. El tiempo dirá.
Público
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