270 páginas
Disponible en ebook
He leído mucho de Steinbeck, un autor que personalmente
incluyo entre los grandes narradores como Dickens o Tolstoi, contadores,
novelistas ( incluso cuando lo que nos ofrecen no con novelas sino relatos ),
lineales, profundos, transparentes, cuyo máximo valor está en el desarrollo de
historias a través de sus personajes. Tienen para mi una grandeza especial
dentro de la literatura.
Supongo que algún día tendré que releer Al este del Edén,
libro que guardo en mi memoria como uno de esos momentos importantes en que fui
consciente de lo que suponía tener la suerte de apreciar el placer de meterme
en lo que otros escriben.
Pero todavía me quedan obras suyas pendientes, y en el
desmantelamiento de la biblioteca de mi adre, de lo que ya hablé alguna vez,
voy encontrándome con alguna.
Las Praderas del Cielo, como se nos presenta en esa introducción
que cumple como prólogo, parece otro de esos territorios que en América
conquistaron los colonos y que tantas veces han ocupado espacio en nuestra imaginación
a través del cine y la literatura.
Pero los relatos que desgrana Steinbeck aquí no tienen la
épica del western, sino la grandeza de las personas corrientes que convierten
su vida cotidiana en un modelo orgulloso de desarrollo de una nación. Y lo
hacen desde la ambición en ocasiones, desde el desengaño otras, desde la
alegría, desde el amor y la lucha… Y siempre desde el amor y el respeto a la
tierra que les acoge, convencidos de que hacerla suya y hacerla crecer como
comunidad era un paso hacia la eternidad de las dinastías.
Los dramas que aquí nos cuentan son pequeños, íntimos, pero
no por ello menos importantes, y capaces de crear su propia mitología. Sentimos
empatía, ternura incluso, y cierta tristeza al recordar que, estos encantadores
personajes, tendrán, años después, que protagonizar otras narraciones como Las uvas
de la ira.
Público
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