Director.-
David E.Kelley. Anne Sewitsky. Greg Yaitanes
Intérpretes.-
Jake Gyllenhaal. Ruth Negga. Renate Reinsve. Peter Saarsgard. Chase Infiniti. Bill Camp. Lily Rabe. Elizabeth Marvel. OT Fagbenie. Nana Mensah. Kinston Rumi. Gabby Beans. Rosana Arquette.
Duración.-
7 capítulos. 45' C.U.
Apple TV
Muchos recordamos que en los años ochenta Harrison Ford era
la esencia del héroe americano. El hombre corriente capaz de enfrentarse a la
maldad y vencerla. Ejemplo de honradez y reflejo de los valores americanos.
Presunto Inocente era una best seller con metáfora ejemplarizante, en el que la
infidelidad del protagonista lo colocaba en una posición de castigo que, aunque
parecía superada al final, guardaba en su epílogo en mazazo para recordar que
los pecados siempre tienen su penitencia.
En la Fiscalía de Chicago se produce una conmoción cuando
una de sus miembros aparece brutalmente asesinada. Todo va a peor al
convertirse en sospechoso otro fiscal, un hombre de familia, casado y con dos
hijos, de quien pronto se descubre que mantenía una tórrida relación con la
víctima. Si a eso le sumamos la lucha interna de poder, todo se complica
todavía más.
Si hablaba de Harrison Ford al inicio, era porque él
protagonizó la película que en aquellos años se basó en la novela. Lo hizo sin
mucho éxito. Y creo que todo venía marcado por la imagen del actor: de él no
podía esperarse más que un ejercicio de redención, y eso a cambio de recrearse
en la culpabilidad de su amante, ejemplo de mujer capaz de utilizar el sexo
para medrar si ningún tipo de escrúpulos ( por cierto ¿ que es de Greta Scacchi
). Vista en la distancia, la película era totalmente misógina, pero en aquella
época yo no manejaba esos conceptos.
Ahora nos llega la historia en una serie de siete capítulos. Y sí, el hecho de que cuente con más tiempo permite también un mayor desarrollo de muchos de sus personajes. Pero eso no es lo que caracteriza la propuesta actual, sino lo que implica el cambio de protagonista. Jake Gyllenhaal no es Harrison Ford. Y ya nadie le pide a los héroes que sean un modelo de honestidad.
En resumen, la serie es moralmente mucho más sucia de lo que era la película, y por ello, más acorde a la historia que se cuenta. No hay un sólo personaje absolutamente limpio y el peor no es ni mucho menos la víctima, como sí ocurría en la versión de J. Pakula. Tenemos una sensación constante de barro, y con eso, de que todo puede cambiar en cualquier momento. Aquí no hay redención sino una lección de amoralidad absoluta y, lo peor, la sensación de que seríamos capaces de empatizar con las decisiones de los protagonistas.
Presunto Inocente es muy eficaz y tenso, muy bueno también en su nivel psicológico, y además, retrata Chicago, preferentemente nocturno, como la preciosa ciudad que es.
Cuando te vuelven a contar la misma historia, sólo vas a engancharte si consigue sorprenderte haciéndola diferente, lo gracioso es que aquí la diferencia es "sólo" moral, y sin embargo el resultado absolutamente distinto. Y mejor, mucho mejor.
Público
Comentarios