USA 2024
Nicole Kidman. Harris Dickinson. Antonio Banderas. Esther Rose McGregor. Sophie Wilde. Izabel Mar. Anoop Desai.
Recuerdo hace unos años una película medianita titulada Acoso. Su objetivo era ser un thriller sobre el poder. La historia hablaba de una directiva de éxito que decidía aprovecharse sexualmente de un hombre que se encontraba bajo sus órdenes.
Babygirl podría tener un punto de partida parecido, pero los tiempos han cambiado y eso se nota en muchas cosas. Por un lado, ya no hay acoso puramente dicho sino un juego bastante perverso por ambas partes. También se nota el paso del tiempo en la exposición de los juegos sexuales, aquí empapados de humillación.
Y por supuesto, algo en lo que la diferencia es obvia es en la posición de la mujer frente a muchos temas, pero en este caso, frente a su sexualidad.
Porque lo que defiende Babygirl en el fondo, es la capacidad de cualquier mujer de decidir que la humillación, o cualquier otra variante sexual, es parte de su forma de vivirla. También su derecho a no comportarse de acuerdo a los cánones establecidos. Su derecho a envejecer físicamente e, igualmente, a utilizar sus posibilidades para luchar contra el paso del tiempo sin que eso sea tildado de superficial...
En fin, una vuelta más a los postulados del "me too", permitiendo que una mujer empoderada vulnere por su propia voluntad lo que en principio parecían los postulados del movimiento, sin por ello estar traicionándolo.
De todas maneras, hay un factor que hace que esta buena película resulte mucho más. Se llama Nicole Kidman y , aunque ya nos había regalado interpretaciones excelentes, aquí se supera, tanto en creación como en generosidad. Pocas veces una actriz se ha expuesto tanto psicológica y físicamente, pocas veces ha mostrado de forma tan abierta las cicatrices del tiempo. Sólo su recital merecería la pena muchas veces. Eso sí, no sería justo no citar ( como no se está citando ) a Dickinson, un actor joven que nos asegura un futuro muy interesante.
Babygirl es eficaz. Incluso un poco obvia en alguna de sus metáforas. Es atrevida hasta conseguir que nos sintamos ( yo al menos ) incómodo en algunas de sus escenas. Y su factura es magnífica, tanto por su fotografía como, sobre todo, por su uso del sonido. Pero quizás pierda la oportunidad de desarrollar la faceta de thriller frente a la ideológica.
Público
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