Director.-
Alex Gabassi
Intérpretes.-
Keyra Knightly. Ben Wishaw. Sarah Lancashire. Andrew Koji. Lily Hyland. Adam Silver. Sam Parks. Andy M Melligan. Phillip Christopher. Nathan J Lloyd. Guy Robbins.
Duración.-
6 capítulos- 50' C.U.
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Las novelas, películas y, ahora, series, de espías son una tradición británica. Supongo que encaja perfectamente con su flemático carácter la capacidad de fingir sin fisuras, asumiendo que nadie va a preguntar demasiado. Además, si nos creemos a nuestro admirado Javier Marías, los internados como Oxford o Cambridge eran una magnífica incubadora donde detectar a posibles candidatos, como le ocurrió al inolvidable Tomas Nevinson.
Desde tiempo de la Primera Guerra Mundial, los espías
ingleses representaron la élite de la profesión, así lo contaron muchas
películas y novelas como John Le Carre o Ian Fleming, creando personajes como
Smiley y, en modelo aparatoso, James Bond, siempre al servicio de Su Majestad.
La tradición se mantiene pero los tiempos han cambiado. Ya
no está tan claro quien ostenta el poder, donde está el bien y donde el mal, y
quizás el indicador más sencillo de hacia donde debe uno dirigirse sea el
dinero.
Palomas Negras es una serie eminentemente británica en su
contenido, pocas veces Londres se nos había mostrado tan hermoso. La
protagonista principal. Helen, es la
esposa de un alto cargo del Gobierno, ama de casa y madre de sus dos hijos. Lo
que desconoce su familia es que también es una espía que forma parte de una
agencia dedicada a obtener información secreta valiosa y venderla al mejor
postor. Las lealtades han cambiado.
La muerte del embajador chino en el país desata un conflicto
diplomático pero también un complejo puzzle que implica la muerte del amante de
Helen. Su deseo de venganza junto con la protección de su familia, la meterá de
lleno en una intriga que siempre va un punto por delante de nuestra
comprensión.
Antes citaba a Jonh Lecarre y creo que, gracias a él,
personalmente he aprendido a disfrutar de una historia del género sin llegar a
comprenderla al cien por cien. Aquí hay ocasiones en que tengo la sensación de
andar un poco perdido. Sin embargo, a cambio hay un magnífico desarrollo de los
personajes y un sentido del humor muy inteligente. Esos son los mayores valores
de la serie, más que la trama, lo que marca la acción son los problemas
personales de todos ellos y su forma de hacer convivir su extraña profesión con
el entorno cotidiano.
He disfrutado mucho de Palomas Negras, especialmente en su
parte humana ( el final es pura ternura ) y visual. En lo que se refiere a la
historia, más o menos he conseguido seguirla sin hacerme demasiadas preguntas.
El balance es bueno, a fin de cuentas yo no pretendo, ya a mi edad, dedicarme
al espionaje.
Público
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