Director.-
Daniel Calparsoro
Intérpretes.-
Miguel Herran. María Pedraza. Hovik Keuchkerian. Patricia Vico. Isak Ferriz. Tito Valverde. Roberto Álamo. Juan José Ballesta. Roberto Enríquez. Tony Aguilera. Fernando Cayo. Claudio Villarubia. Pablo Vázquez
Duración.-
5 capítulos. 40' C.U.
Movistar +
Debe de ser que ya soy mayor, pero me empiezan a gustar mucho esas series y películas que recogen acontecimientos que conocí de adolescente. Y si bien, no me acuerdo de este asalto, sí sitúo perfectamente algunos de los acontecimientos que lo rodean, como la presidencia de Calvo Sotelo o las primeras elecciones que ganó Felipe González por mayoría absoluta. Supongo que será una forma de nostalgia...
La historia, podría ser un thriller convencional alrededor de un atraco planificado con inconsciencia. Unos quinquis, deciden dar el golpe de su vida sin tener siquiera unos planos adecuados del lugar que van a asaltar. Sin embargo, lo que se nos cuenta, se estructura como algo mucho más complejo que incluye espionaje, los altos poderes del estado y, en definitiva, esa capa que se supone que nos gobierna sin que nosotros sepamos demasiado.
El guion es muy preciso, muy bien estructurado. Inspirándose en referentes del cine americano, pone varios focos, uno de ellos por supuesto en periodistas empeñados en descubrir la verdad, otro en los estamentos oscuros y otro en los propios atracadores. Y Calparsoro, lo pone en pie con su ritmo habitual, al tiempo que consigue magníficas interpretaciones de todo el reparto ( Miguel Herrán siempre está bien y este papel le va como anillo al dedo, pero es Roberto Álamo el que está excelso ). Además, la producción consigue, no sólo trasladarnos a esos años a través de decorados, vestuario etc sino también conseguir la textura de los productos cinematográficos de esa época.
Asalto al banco central es un muy buen producto, muy entretenido. Incluso, dada su duración, podría presentarse como película, pero además, no hay que olvidar que tiene un nivel de crónica cercana, de reflejo de un país que, todavía entre desconcertado y temeroso, se enfrentaba a una nueva libertad.
Público
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