CINE: WICKED de Jon M. Chu

 

USA 2024

Cynthia Erivo. Ariana Grande. Michelle Yeoh. Jeff Goldblum. Jonathan Bailey. Ethan Slater. Peter Dinklage. Bowen Yang. Marissa Bode. Keala Settle. Grecia de la Paz. Adam James. 

En ocasiones, creo que todos los cinéfilos necesitamos volver al cine espectáculo. Tengo la sensación de que la mayoría nos enamoramos del séptimo arte de niños, cuando alucinábamos ante esas inmensas pantallas llenas de aventuras. Cuando vuelvo a ese cine luminoso, probablemente superficial pero no por ello menor, tengo un punto de regresión y vuelvo a gozar igual que entonces.

Probablemente el musical sea un género paradigmático en lo que a espectáculo se refiere, entre otras cosas por su sensación de irrealidad. Si además la historia tiene lugar en un país de fantasía, la espectacularidad generalmente se multiplica.

Y todo eso está en Wicked.

El libreto se basa, al parecer, en una novela, pero lo importante es que entra dentro de una dinámica bastante actual: la reivindicación de los malvados, en este caso, de una película mítica: El Mago de Oz ( también una novela previa, sí, pero que ni de lejos alcanzó la fama de su traslado a la pantalla ).

Allí había un hada buena y una bruja mala, verde, Elpheba, que terminaba siendo destruida por la pequeña ( y cursi ) Dorothy. Pues bien, las cosas no son como parecen. La niña verde era en realidad una mujer muy inteligente que tuvo que soportar lo que supone la diferencia, y su salto al otro lado nunca fue tal, sino una rebelión frente al poder establecido.

Pues bien, lo importante es que la historia está muy bien contada, de forma trepidante, sin por ello evitar detenerse en escenas tan relevantes ( y atrevidas ) como el baile silencio de las dos protagonistas. Pero sobre todo, por lo que sin duda destaca Wicked es por lo fastuoso de su puesta en pie, con una dirección artística increíble e imaginativa, un colorido brillante, un vestuario luminoso y unas coreografías de locura.

El espectáculo está servido, como nunca.

He disfrutado muchísimo. Las dos horas y cuarenta minutos que dura se pasaron sin que me enterase y además, me divertí mucho con la autoironía que asoma en muchos momentos. Además, su fondo, dentro de sus límites, tiene entidad.

Lo dicho, cine honesto en sus intenciones y sus resultados. Un cine generoso y sorprendente. Ese cine que tantas veces me hizo soñar. Ahora soñar nos cuesta un poco más.... pero con películas como estas, seguimos intentándolo¡.

Público 

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