440 páginas
Disponible en ebook.
La verdad sobre el caso Hayy Quebert fue para muchos el descubrimiento de un nuevo autor de novela negra, no para mi. Aun así, lo intenté una vez más con El libro de los Baltimore. La sensación fue la misma: Dicker era un escritor especialista en crear estructuras narrativas, pero en mi opinión, estás estaban generalmente bastante vacías.
De vez en cuando, necesito desengrasar entre lecturas densas, y para ello, no hay nada que me gusté más que una buena novela policiaca. Darle otra oportunidad a Dicker se debe, a esto por un lado, y también a haber leído que, lo que nos ofrecía en esta ocasión, era diferente....
Pues no.
Lo que me he encontrado en Un animal salvaje es exactamente lo mismo que ya conocía.
Los personajes personales son dos matrimonios que, pese a ser esencialmente diferentes, se conocen por casualidad y se convierten en aparentemente amigos. Uno de ellos, es el reflejo de la perfección. El otro pretende convertirse en algo parecido. Todo alrededor de un atraco del que iremos recibiendo poco a poco la información que el autor considera que nos merecemos.
Por lo demás, todo son saltos adelante y atrás, múltiples piezas que en muchas ocasiones me parecen innecesarias, y una trama artificiosa y artificial que responde más al deseo de Dicker de mantenernos en tensión que a un desarrollo racional.
No. Tengo que reconocer que ni siquiera ha conseguido entretenerme demasiado, es más, se me ha hecho larga. Y una vez más, consigue sorprenderme los misteriosos mecanismos del éxito. Visto el número de lectores, está claro que el raro soy yo. Que se le va a hacer.
Público
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