Cailee Spaeny. Isabela Merced. David Jonsson. Archie Renaux. Aileen Wu. Spike Feam. Daniel Betts
No sé si cuando en en 1979 Ridley Scott dirigió Alien El Octavo Pasajero, pretendía crear una saga. Lo que sin duda consiguió fue crear un icono del terror cósmico.
La primera secuela, Aliens, fue para muchos la mejor de la saga. Después vino la versión de Fincher, posiblemente la más claustrofóbica de todas y una cinta a reivindicar. Y cerró este ciclo Alien Resurection, un error de elección de director en el que Jeunet hizo un ejercicio ampuloso de pretenciosidad.
Cuando creíamos que todo estaba terminado, sorprendentemente Scott decidió volver, y lo hizo, en mi opinión, con una decepción. Prometheus resultaba teóricamente muy atractiva, una precuela para explicarnos el origen del monstruo. Y con un comienzo magnífico, se perdía en una confusa trascendencia. Alien Covenant sólo podía empeorar y empeoró, no entendí nada.
Ahora llega Alien Romulus, y lo mejor que se puede decir es que hace que la saga regrese al lugar del que nunca debería de haberse movido: un magnífico entretenimiento capaz de ponernos los pelos de punta.
Y ese retorno se hace volviendo a los orígenes. Se supone que temporalmente está situada entre la primera y la segunda. Hay grupo de tripulantes encerrados con el monstruo en una nave, y un robot ayudando ambiguamente a los humanos. Reaparece un personaje nada menos que de la primera de la serie, el malvado androide que interpretaba Ian Holm. Repite alguna escena referencial sin ningún complejo. Y por supuesto encuentra sustituta para la Teniente Ripley, porque Alien es, sin duda, una serie de mujeres.
También en su estructura de forma similar con ese final aparente que nos lleva al último combate y a un cierre que siempre deja un punto de inquietud.
Me he entretenido muchísimo. Lo he pasado muy bien (¿ o debería de decir muy mal?). Y sí, llegados a este punto me quedo tranquilo, Alien puede continuar, ha regresado al camino correcto.
Público
Comentarios