400 páginas.
De los novelistas clásicos rusos, siempre he tenido debilidad por Tolstoi. Reconozco que no conozco lo suficiente a Dostoievski con el que me he encallado en alguna ocasión a pesar de haberme fascinado en otras ( algún día me atreveré por fin con los Karamazov y Crimen y Castigo ). A Chejov lo adoro pero valorándolo especialmente como dramaturgo.
Pues bien, acabo de sumar un nuevo personaje, para mi hasta ahora desconocido: Leskov.
Conocía la historia de Lady Macbeth de Metsensk, fundamentalmente por su reciente versión cinematográfica y como libreto de una ópera. Es en este caso el primero de estos seis relatos y posiblemente el más convencional en estructura y el más cercano a una novela breve. Carece del humor que vamos a encontrar en el resto, pero, como ellos, es duro hasta la crueldad a la hora de retratar una sociedad enferme en lo que se refiere a sus desigualdades y cubierta por una capa barroca de formalismos e hipocresía, todo ello base transparente para que comprendamos la revolución que vino después.
Sin duda Leskov es atrevido en su crónica social, pero también lo es en otros aspectos como el tratamiento del sexo, en el que resulta avanzado.
Pero lo más destacable, lo que en mi opinión lo convierte en un escritor singular es su condición de narrador. Al parecer, sus circunstancias familiares y profesionales, hicieron del autor un eterno viajero por toda la extensión de la gran Rusia, y en esos viajes, se empapó de historias y leyendas que más tarde le servirían de base para sus escritos. De ahí que su forma de escribir remita claramente a la oralidad, sin por ello perder una meticulosa capacidad descriptiva.
Tengo que decir que esa forma de desarrollar sus historias hacia adelante, con la aparente espontaneidad de un cuentacuentos, me ha recordado totalmente a Karen Blixen, y no recuerdo ningún otro autor en el que encontrase otra referencia tan clara.
He disfrutado muchísimo de estas historias dramáticas, divertidas, torrenciales y de su colección de personajes, de sus colores y sus sentimientos, de la miseria y de la teatralidad de esa sociedad. Muy hermosa recopilación que además me ha mostrado a un autor para mi hasta hoy desconocido. Esos descubrimientos siempre merecen una celebración.
Público
Comentarios