NOVELA: LA LUNA EN EL ARROYO de David Goodis

 

Sajalín Editores

210 páginas

Creo que todos tenemos un concepto bastante limitado de lo que engloba el género negro. En alguna ocasión he comentado que la buena novela noir se convierte en muchas ocasiones en la mejor crónica de la sociedad de la época que retrata al ser el dibujo de todas sus miserias.

Quizás deberíamos de distinguir entre el género negro propiamente dicho, donde el peso principal descansa en la trama, generalmente policiaca, y la novela oscura, donde al margen de la trama existente, lo más importante es la plasmación del ambiente sórdido que la rodea.

La Luna en el Arroyo, sin duda se inscribiría en este segundo grupo.

La narración tiene lugar a mediados del pasado siglo en el rincón portuario de Filadelfia. Es en esas calles donde Kerrigan, el protagonista, un estibador que vive en los límites de la miseria, intenta encontrar al hombre que violó a su hermana empujándola al suicidio. Su viaje recorre apenas unos días, cruciales para que descubra una verdad tan brutal como desesperanzada.

Goodis concentra la acción en una serie de escenarios claramente definidos, con una estabilidad que en muchas ocasiones me parece teatral y resulta muy efectiva. El desarrollo se envuelve como una pesadilla interior a base de una prosa pastosa empapada de una poesía sangrante. En ocasiones se puede dudar si lo que estamos percibiendo es realidad o sueño. Y cruzando la sordidez de estas calles, como un rayo de luz que perteneciese a otra historia, una mujer hermosa que podría ser la promesa de una vida diferente, o no.

No es una novela fácil, sí una novela valiente y orgullosa de su sinceridad. Nada complaciente. Como he dicho, existe un fondo teatral que me recuerda a las construcciones de O'Neill pero también atisbo la crudeza de Steinbeck escondiendo algo del horror por el interior del ser humano que habitaba en Dostievski.

Tengo que volver a Goodis para comprobar si su escritura, poseída y alucinada, sólo dio un fruto de este nivel o su malditismo tuvo otras extensiones igual de potentes. Estoy seguro de que Sajalín, esta editorial de la que me estoy enamorando, me ofrecerá pronto la oportunidad.

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