Director de escena.-
Damiano Michieletto
Director musical.-
Nicola Luisotti
Intérpretes.-
Ailyn Pérez. Nino Surguladze. Charles Castronovo. Mikel Atxalandabasso. Gerardo Bullón. Toni Marsoll. Fernando Radó
Teatro Real de Madrid
Personalmente nunca he entendido que Madama Butterfly se
presente como un drama romántico cuando me parece un ejercicio de sordidez
bastante explícito para su época. La heroína es realmente una niña de quince
años, dispuesta a rechazar a su familia y renunciar a sus creencias por poder
aspirar a ser la esposa de un americano. Este deja claro desde el principio
cual es su objetivo con esa unión. Probablemente el hecho de que, durante
muchos año, los libretos de las óperas no se tradujesen, facilitaban esa
lectura complaciente de la trama.
Por ello, en principio, la versión de Michieletto que se
escenifica estos días en el Teatro Real, en principio me parecía acertada e
interesante, y sin duda coherente con un director que hace varias temporadas
trasladó L’Elisir D’Amore a un chiringuito playero.
Por lo que respecta al resultado final, no me siento
decepcionado, de hecho me sorprende que la narrativa encaja bastante bien con
la propuesta teatral. Es cierto también que no termina de entusiasmarme por
varias razones:
En un inicio, todo me parece muy obvio, quizás hubiese
agradecido cierta sutileza. Además, la solución escénica de ese cubo central
transparente que hace de casa, es algo confuso para el movimiento narrativo ( ¿
Butterfly se va a dormir a donde en las últimas escenas? por ejemplo) y no
termina de convencerme ( ya lo he comentado alguna vez) que en propuestas
realistas, se pida al espectador que acepte esas alternativas. Echo de menos la
gran producción, ante un escenario, adecuado sin duda, pero único.
De todas maneras, el conjunto es disfrutable, y, sobre todo,
se atreve con una visión de la historia que, sin duda, es mucho más adecuada
con lo que se nos cuenta que la que habíamos recibido hasta el momento.
Público
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