Director.-
Russell T. Davis. Peter Hoar
Intérpretes.-
Helena Bonham Carter. Augustus Prew. Chloe Harris. Max Brown. Mark Gatiss. Bethany Antonia. Antonia Bernarth. Richard Lintern. Con O'Neill. Tim Wallers. Clare Foster. Lloyd Griffith. Gordon Kane. Adam Morris. Tom Bell
Duración.-
3 capítulos. 45' C.U.
Hay personajes que, por si solos, serían capaces de sostener una películas o una serie de televisión, esto es lo que ocurre con Noele Gordon, una actriz, quizás no demasiado buena tal pero vinculada a la historia de la televisión británica desde que fue la primera mujer en aparecer en color en la pequeña pantalla. Presentadora de algún programa, entrevistadora, entre otros, de un Primer Ministro, pronto su vida se vio encadenada a una de esas largas series televisivas que tanto gustaban en Inglaterra, Crossroads, donde permaneció como protagonista durante más de dieciocho años.
Una mujer independiente, adelantada a su tiempo, con un humor acido, cierto gusto por el poder y al mismo tiempo entrañable y popular.
En Nolly, la historia se centra en un momento crucial de su carrera, cuando sorprendentemente es expulsada de la serie y debe de replantearse su futuro después de tantos años haciendo lo mismo. El resultado es una comedia encantadora y algo triste, con mucho de nostalgia y de ingenio, que también nos dibuja las tripas de esas producciones que podríamos juzgar como mediocres pero que pasaron a formar parte de la vida de multitud de ciudadanos.
La producción es impecable, el guion ágil y preciso a la hora de necesitar sólo pequeñas referencias para ampliar el campo de acción, evocando los inicios de su protagonista y por ende, la de muchos artistas de oportunidades limitadas, ilusionada entrega y pronto olvido.
Para que el retrato funciones por supuesto es necesaria una interpretación tan carismática como el propio personaje. Helena Bonham Carter, esa niña a la que todos descubrimos en Una habitación con vistas, se ha convertido en una actriz madura con una personalidad brutal y una caligrafía meticulosa. Suya es esta Nolly, que nos ofrece con pasión y generosidad.
En definitiva, creo que nos encontramos con un producto hecho con mucho amor. Tengo la sensación, aunque sea frívolo por mi parte decirlo, que entre sus creadores, hay también nostalgia e intención de homenaje. El resultado es una delicia, pero no desde la condescendencia. Nolly es magnífica en todos sus aspectos. Y si además nos emociona y nos divierte ¿ que más queremos?
Público
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