360 páginas
Disponible en ebook
Hace años me enamoré de una novela, El Olvido Que Seremos. Una biografía emocional escrita desde el recuerdo pero, sobre todo, desde el amor incondicional, ese que admira, comprende, nunca juzga y siempre perdona. De hecho creo que comenté que era el tipo de libro que me gustaría que escribiesen sobre mi mis hijas.
Ahora el autor de nuevo se acerca a un personaje real, Luis Córdoba, un sacerdote colombiano con una visión muy abierta de la relación del ser humano con Dios. Lo hace desde la voz de otro cura, compañero de vida y muy buen amigo. Y elige un momento crucial como centro de gravedad: los meses en que el protagonista, aquejado de una dolencia de corazón y a la espera de un trasplante, se traslada a vivir a otra casa, cercana al hospital, con dos mujeres y sus hijos.
Una vez más, el autor claramente admira a su personaje y se acerca a él desde la ternura. Y una vez más, su lenguaje es ágil, gozoso, colorido.
Sin embargo, creo que el conjunto no termina de funcionar.
Hay una base argumental muy atractiva en principio y capaz de ofrecer muchas posibilidades: un sacerdote enfrentándose a la posibilidad de la muerte desde el momento en que se acerca a la vitalidad de la vida cotidiana, su capacidad para hacer convivir los dogmas religiosos con la libertad de la cultura, su descubrimiento del concepto de familia, la necesidad de que la doctrina asuma la necesidad de adaptarse a entornos de delito y miseria....
Creo que habría sido necesaria una narrativa detallista, cuidada, meticulosa. Pero el autor, no consigue el equilibrio necesario, va y vuelve perdiéndose en objetivos, en historias paralelas que, posiblemente se correspondan más con sus mensajes ideológicos que con el argumento principal. Ese hace que, junto con momentos excelentes, existan otros en los que parece que todo se detiene. Además, las emociones sustituyen lo que deberían de ser mecanismos para hacernos avanzar.
No querría trasladar, de todas maneras, una visión totalmente negativa. He hablado de lenguaje y de color, y también de toda la ternura del relato. Estoy seguro de que este libro tendrá a muchos que se enamorarán como a mi me pasó con su otro libro.
Posiblemente, en mi caso, tendrán algo que ver las expectativas. Y lo siento. Me habría gustado que me gustase mucho mucho más. Otra vez será.
Público
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