Remy Girard. Sophie Lorain. Marie Mai Bouchard. Yves Jacques. Johanne Mary Tremblay. Pierre Curzi. Robert Lepage. Genieve Schmidt. Marcel Sabourin. Gaston Lepage. Caroline Neron. Denis Bouchard
Hay algunas comportamientos, relacionados con la crítica, tan fáciles de entender, que dan un poquito de verguenza. La recepción que ha tenido Testament es sin duda uno de ellos.
Denys Arcand fue en su momento un director adorado por la progresía, gracias a esa película de los ochenta titulada El Declive del Imperio Americano, que remató con su continuación años después, Las Invasiones Bárbaras. Eran años de un cine nuevo donde se hablaba en la pantalla de temas que hasta entonces quedaban circunscritas a la intimidad.
Sin embargo, sorprende que su última película, Testament, quede relegada al ostracismo y la única crítica presente en Filmaffinity, sea de El País y condescendientemente negativa.
Pues bien, yo la había aparcado. Hasta que ayer me encontré con un artículo de mi admirado Carlos Boyero, alabándola. O sea que a verla.
Y, sorpresa, desde un humor inteligente, Arcand sigue siendo tan rompedor como lo era en su momento, y ahora, lo rompedor es, precisamente, ser políticamente incorrecto y demostrar de forma transparente que está hasta el gorro de la invasión de unas ideologías buenistas que se han convertido en si mismas en una razón de ser para la mediocridad.
El protagonista es un intelectual que pasa lo que cree que son sus últimos años en una residencia. Allí, desde su lucidez, observa como se manipula la cultura, como se comercia con la salud, como se generan conflictos inexistentes.... y como lo hace con inteligencia, su visión es caustica, sardónica y contundente.
La cinta es una comedia otoñal, muy divertida, que quizás roce en algún momento la caricatura, pero que nos hace reír en muchas ocasiones y con la que me identifico totalmente. También es una bonita historia de amor y un homenaje a la tercera edad.
Está claro cual es la razón de la condena de Testament, su valentía. Y parece mentira que quienes quieren cambiar el mundo tengan tan poco sentido del humor. Por mi parte hecho de menos que muchos más se atrevan a mostrar eso que todos pensamos. Que a veces no cabe un tonto más.
Público
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