CINE: LOS COLONOS de Felipe Gálvez

 

Chile 2023

Sam Spruell. Camilo Arancibia. Benjamín Westfall. Mark Stanley. Alfredo Castro. Mishell Guaña. Agustín Rittano. Marcelo Alonso. 

Los Colonos es una película desconcertante. Desde el primer fotograma hasta el último. Creo que posiblemente lo que más me sorprende es la perfecta mixtura de su transparente intención política con una extremada vocación artística en su estética, todo manejado con una absoluta libertad narrativa. 

Leemos en las diferentes críticas que se trata de un western, podría ser, aunque creo que esto responde a la necesidad de definirla, ya que bajo esa nomenclatura, se queda fuera gran parte de la película, pero utilicémoslo como guía.

Sí, se inicia con tres hombres ( uno de ellos mestizo, la mirada más importante de la cinta ) , en un entorno moral cuya crueldad ha quedado patente desde el primer minuto, que inician un viaje por los inmensos paisajes de Tierra de Fuego con la intención de limpiar el territorio de indios, por orden del propietario de dicha extensión. Ese recorrido con diferentes encuentros, será lo más parecido a un viaje al infierno, o mejor dicho, un viaje donde la naturaleza imponente e inmutable, hará aflorar el infierno que llevan dentro cada uno de los invasores. No puedo evitar pensar en Apocalypse Now, esa degradación que ha colocado a los que llegaron antes al margen de la civilización y que pronto va empapando a todos los demás.

Es quizás un viaje, sí, al fin del mundo, allí donde no existen más leyes que el poder y la fuerza, donde la vida humana carece de valor.

Siete años después, se supone que con un congreso chileno intentando que el país asuma sus pecados del pasado como forma de mirar a un futuro más prometedor, el propietario recibirá la visita de un delegado del gobierno interesado en conocer la versión de los indígenas. Será un encuentro tenso desde la inmovilidad de las dos partes, salvo cuando lo que está en juego es el mantenimiento del poder. Y culminará con una visita a Segundo, el mestizo al que conocimos en el viaje.

Los colonos dibuja un personaje, el Teniente McClean, capaz de una crueldad que sólo puede surgir de dentro, del odio a uno mismo, pero que seguramente es la referencia de muchos cazadores de hombres que, durante aquellos años, habitaron aquellas tierras.

Gálvez nos cuenta esta historia de forma abrupta, con títulos innecesarios, una banda sonora intrusiva y necesaria, sin obligaciones de información o continuidad. Y lo hace, extrañamente, con una preocupación constante por la belleza, fácil aparentemente en la grandeza de los paisajes pero delicada en los fragmentos de interior. Es esta belleza la que da su tono a una película en la que, su contraste con el horror, hace que parezca un diamante de sangre.

Como he dicho al principio, la propuesta tiene una clara intención política y es mostrar el horror de la colonización, pero no sólo la física sino también la moral, la de quienes arrogándose la misión de rescatar a los indios, sólo pretendían utilizarlos de otra manera. Contra eso hay un gesto, sólo un gesto, que quizás parezca menor pero que es muy relevante, y el hecho de que Gálvez lo elija para cerrar Los colonos es un merecido acto de respeto, la decisión más importante de toda la cinta.

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