Emma Stone. Mark Ruffalo. Willem Dafoe. Ramy Youssef. Christopher Abbot. Kathryn Hunter. Jerrob Carmichel. Hanna Schygulla. Vicky Papperdine
Leí hace años la novela de Alisdair Gray, Pobres Criaturas, en la que se basa esta película. Francamente no la recuerdo especialmente, pero además, en ningún caso tengo memoria de que fuese un militante alegato feminista. Sí es cierto que no era entonces un tema protagónico y por lo tanto, quizás a falta de foco, no era común encontrar en cualquier texto ese significado.
Llego por lo tanto extrañamente virgen a la historia. Se ha contado tanto la trama que es difícil que alguien llegue a la sala sin saber de que trata. Una mujer embarazada se suicida. Un científico que nos recuerda al Doctor Frankestein, extrae su cerebro muerto y lo sustituye por el del niño no nato.
A partir de ahí, asistiremos al aprendizaje de esta criatura, Bella Baxter, no sólo de las funciones habituales, sino también del sustrato moral de la sociedad en la que vive. Y lo hace desde una inocencia descarada y una curiosidad hambrienta.
Se cita habitualmente la sexualidad como un punto capital de sus descubrimientos. Sí, la cinta es expresiva desde ese punto de vista, pero la afirmación puede limitar el alcance de la historia, ya que personalmente, lo que me va atrapando del guion es el meticuloso crecimiento de la protagonista hasta la sabiduría.
Ahora vamos a hablar de como está contada. Lanthimos nos sorprendió cuando rodó Canino, y esa sorpresa que siguió en Alps, en mi opinión alcanzo su máximo nivel en Langosta. Posteriormente se fue acercando a mayores niveles de producción. En El sacrificio del ciervo sagrado, irrespirable, consiguió mantener sus señas de identidad. Y hasta aquí, la caligrafía del director siempre ha sido sobria, incluso austera, dejando que nuestra atención se centrase en sus fascinantes historias.
La Favorita se asomó al género histórico, algo en principio algo imprevisible. Y eso hizo que la puesta en escena se "decorase", pero lo narrativo seguía siendo la guía. Y llega Pobres Criaturas.
La estética y la realización de esta película implica una decisión global, la de crear una apuesta estética brutal que no se parezca a nada, y en la que se funden todas las referencias posibles sin ninguna explicación. Hay blanco y negro y color, hay vistas de ojo de pez, los enfoques son siempre angulares y curvos, las perspectivas infinitas. Todo ello, entre paisajes imposibles, ciudades de fantasía, interiores inmensamente góticos. Bellos, si, pero desmedidos y cercanos a provocar el síndrome de Stendhal. Todo es excesivo.
En la primera media hora, es tanta la saturación que me incómoda y me impide seguir la historia. Me cuesta traspasar la borrachera visual, empapada de una música tan protagónica como inaprensible. Tardo en conseguir valorar lo que ocurre en la pantalla, eso es la verdad.
¿Mi valoración global? finalmente la historia me engancha, y reconozco su ambición y su densidad, me reconozco enamorado del Bella Baxter, probablemente uno de los personajes con mayor arco que recuerdo últimamente, y si me costará olvidarla gracias a la interpretación portentosa de Emma Stone a la que se pide absolutamente todo.
Me hubiese gustado más si hubiese podido despojarla. Pero me quedo con lo que me dan. Lo que espero es que, para su próxima propuesta, Lanthimos sea más Lanthimos.
Público
Comentarios