Carlos Ramos
Intérpretes.-
Carlos Ramos. José Andrés. Salomón
Sí, tengo que reconocer que tengo prejuicios culturales. Yo que siempre defendí que la cultura debería ser algo abierto y me revuelvo con expresiones como "la gente de la cultura" cuando se utiliza para envolver dogmatismos.
Pues resulta que siempre había prescindido de ciertos espectáculos como el teatro de improvisación por considerarlos..... menores ( me cuesta escribirlo, ahora me averguenza). Pido perdón. Y estoy agradecido de tener que hacerlo.
Debo a uno de mis hijas la visita a Corta el cable rojo, a su insistencia y su invitación. Y esto va a quedar para siempre en el debe, porque hacía mucho tiempo que no me reía tanto y con tantas ganas.
No tiene sentido describir el contenido de un espectáculo que cambia a diario y nunca se repite. Pero si quiero dejar claras algunas cosas sobre esta propuesta:
La primera es describir que existe una estructura clara de episodios que se desarrollan con las aportaciones del público. Diferentes juegos que cuentan con un andamiaje suficiente para que no existan tiempos muertos.
En segundo lugar, decir que hay muchísimas inteligencia detrás. No hay chistes fáciles sino un humor transparente pero elaborado que acompaña la actitud permanente de estos tres excelentes cómicos.
Pero sobre todo, lo que para mi es más importante..... ¡ no se busca lo políticamente correcto! en Corta el cable rojo se recupera el humor libre, la capacidad de reírse de cualquier cosa y el derecho a la intrascendencia. En los tiempos que estamos, ya sólo por eso, este espectáculo gozoso merecería un muy fuerte aplauso.
Lo dicho, poco más se puede contar. Tengo la sensación de que una vez concluido, todos salimos del teatro más felices y, sobre todo, convencidos de haber visto, nada menos que un espectáculo único.
Y yo, eliminando uno de los pocos prejuicios que me quedan y ampliando mi curiosidad. Porqué sí, sé que volveré.
Público
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