Enzo Vogrincic. Matías Recalt. Agustín Pardella. Felipe González Otaño. Esteban Kukuriczka. Simón Hempe. Rafael Fecerman. Esteban Bigliardi. Felipe Ramusio Mora. Rocco Posca. Fernando Contigiani. Diego Vegezzi. Rogelio Gracia. Alfonsina Carrocio. Carlos Paez Vilaró. Paula Baldini. Maximiliano de la Cruz
Yo tenía ocho años cuando ocurrió la tragedia de Los Andes, y unos doce cuando se estrenó la primera película sobre el tema, creo que era mejicana y sí recuerdo que el centro de interés estaba en el canibalismo como forma de supervivencia. Este parecía el hecho diferencial frente a la hazaña de que ese grupo de personas hubiese conseguido afrontar unas condiciones infernales durante más de dos meses.
Han pasado años, con otra película, esta vez americana y dentro del sistema de producción de los estudios. Por eso en origen me sorprendía que Bayona se enfrentase a un material ya de todos conocido y narrado en distintas ocasiones. Además la historia puede adolecer de cierto estatismo.
Pues bien, el resultado final es excelente.
Como he dicho anteriormente, el material es de todos conocido por lo que no voy a desarrollar ningún comentario sobre el argumento. Baste decir que el guion, con una decisión arriesgada en lo que se refiere al narrador, es meticuloso en su nivel de detalle, capaz de maridar coralidad e individualidades, y perfecto al apuntar los puntos de tensión.
Creo que lo más importante es la mirada del director. Bayona evita la épica fácil y es sincero al acercarse a sus personajes. Lo que ocurrió no fue una epopeya sino una tragedia, y los héroes lo fueron en un modelo ajeno a los lugares comunes. En este último sentido son impactantes las crudas escenas finales de la vuelta a la vida. No hay belleza en esos personajes y en sus hazañas, hay, eso sí, mucha fuerza. Pero sobre todo, hay que agradecer que se evite el morbo y se mire con respeto evitando cualquier maniqueismo. Así se palpa el miedo, la desesperación, la angustia.... y estalla la emoción.
Y finalmente, hablemos de volumen. La sociedad de la nieve es una producción bestial, grande, capaz de estar a la altura de la magnificencia del escenario y de impactarnos desde sus paisajes y la fuerza de la naturaleza. No hay nada que no sea perfectamente creíble, y de nuevo es mérito del director combinar esas escenas que nos sobrecogen, con primeros planos que parecen retratar el alma. Extraordinaria muestra de cine espectáculo.
En resumen, creo que no sólo es una película excelente, una historia grande contada mejor que nunca, sino también un hito de hasta donde puede llegar el cine español. Sin complejos. Todavía la tendré dentro mucho tiempo, y no me cansaré de repetir que la gran pantalla se ha hecho para ver cosas como esta.
Público
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