Julia Roberts. Mahershala Ali. Ethan Hawke. Myha'la. Kevin Bacon
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Tengo un amigo que siempre dice que lo difícil no es crear un misterio, sino resolverlo de una forma creíble y coherente. Es cierto. Muchas son las historias que nos enganchan en un principio para naufragar posteriormente.
Luego hay otro nivel y es la de aquellas historias que deciden que la resolución del conflicto no es lo importante, que lo relevante es su desarrollo. Dentro de este grupo hay obras maestras ( comentaba esta posibilidad con respecto a una película tan alejada de esta como Cerrar los ojos de Erice ) y propuestas más eficaces y tramposas. Voy a adelantar ya, que Dejar el mundo atrás, sin querer tacharla de fraude, es sobre todo eficaz, pero de ser una obra maestra está lejos.
Todo comienza con la intempestiva decisión de la protagonista: los cuatro miembros de la familia pasarán unos días en una cabaña en la costa que acaba de alquilar. El lugar es idílico, pero no tardarán en producirse extrañas situaciones, además de la visita inesperada del propietario del alojamiento.
Tanto por lo que sucede como por una caligrafía que, con atrevidos encuadres y una música envolvente, la cinta consigue desde el primer momento crear una tensión que no nos abandona en ningún momento. Además, la película ofrece secuencias impactantes, mostradas de una forma tan frontal que nos golpean.
Ver Dejar el mundo atrás no pesa en ningún momento. Pero eso sí, podría decepcionar a quien espere claridad ante el apocalipsis. Personalmente acepto la propuesta como un ( ya lo he dicho ) eficaz entretenimiento con muchas sorpresas, pero eso sí, que no pretendan que me tome en serio el simbolismo que intenta justificar innecesariamente lo que nos cuentan, con diferentes mensajes que podrían hablar de nuestra dependencia, de la fraternidad, del nacionalismo extremo....
Que no. No seré de los que critiquen su final o busque una explicación. Pero que no me pidan que la catalogue como una película con mensaje.
Público
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