María Ruiz.
Intérpretes.-
Cesar Camino. Cristina Medina. Maripaz Sogayo.
Tenesse Williams es un autor que, en mi opinión, debería de estar siempre en las carteleras de cualquier capital teatral. A su capacidad de construcción dramática, casi perfecta, se une la generosidad y la desesperación de poner su alma, empapada en dolor y poesía, en todo lo que escribe, retratándose en pedazos en muchos de sus personajes.
María Ruiz, no se decide por ninguna de las piezas, muchas, conocidas y reconocidas. Elige dos breves, muy breves, para componer un espectáculo precioso, delicado y poético.
La primera, La marquesa de Larkspur es un texto precioso y divertido, que supone un canto a la imaginación y una bofetada a la realidad. La segunda, Háblame como la lluvia, es casi un pequeño milagro donde el amor cruza cualquier barrera.
Son dos pequeños retratos de seres perdidos, desesperados pero luchando por sacar la boca fuera del agua y respirar . Esos personajes rozando la locura al no encontrar en las reglas de esta sociedad, referentes reconocibles. Almas desubicadas, atemorizadas y henchidas de ganas de vivir. En este caso, la carne la ponen tres actores en estado de gracia, perfectos, humanos, entre los que es imposible no destacar el monólogo de Maripaz Sogayo en la última pieza. Es un ejercicio tan de verdad que es imposible no estar dentro desde el primer segundo.
Para unir las dos propuestas, se nos regala un entremés donde Cristina Medina nos habla del autor. No aporta mucho pero no molesta y agrada. La actriz está divertida pero además resulta que tiene una voz maravillosa y lo demuestra con una preciosa canción que cierra este tramo.
El escenario de la pequeña Sala Margarita Xirgu del Teatro Español, favorece la intimidad. Hace falta poco, sólo talento, y aquí hay mucho. Un escenario humilde y evocador, un acompañamiento musical que nos traslada a esa América, apenas una hora y cuarto, los tres actores que antes he citado, y mucho mucho amor al teatro.
Una gozada,
Público
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