Director.-
Mariano Cohn. Gastón Duprat. Diego Biefflied. Jerónimo Carranza.
Intérpretes.-
Guillermo Francella. Adriana Alzemberg. Dario Barassi. Gabriel Goity. Gastón Cocchialare. Moro Anghileri. Martín Sheffeld. Nicolás Vázquez. Mariano Argento. Manuel Vicente. Luis Brandoni
Duración.-
11 Capítulos - 30' C.U.
Disney +
Recuerdo una película de hace años de Jaume Balaguero que se titulaba Mientras duermes y que construía un personaje aterrador a partir del portero de una finca de vecinos, capaz de conocer a todos lo suficiente como para extender el mal a su alrededor sin que nadie fuese consciente de su implicación.
Aquella magnífica conta, optada por el thriller, rozando por momentos el terror. Esta serie argentina, magnífica también, no tiene la misma textura: aquí se cuenta todo con un tono más ligero, casi en algún momento de comedia, y por eso también nos encontramos empatizando con el protagonista. Sin embargo, el fondo, si nos paramos a analizarlo, es igual de oscuro: una persona que tiene acceso a toda nuestra intimidad, nuestras entradas y salidas, nuestro estado de ánimo, nuestra basura.... con la inteligencia suficiente para manipularlo todo en su propio beneficio. La diferencia de personajes, es que el que encarnaba Luis Tosar en la propuesta de Balagueró, parecía tener el mal como único objetivo, y en el caso que nos ocupa, su objetivo es su lucro y su tranquilidad, y de hecho, vemos en el destellos de bondad.
Pero el fondo es el mismo, repito: lo expuesto de nuestras vidas y el lógico desprecio de quienes sólo están a nuestro servicios por no haber tenido las mismas oportunidades. Porque posiblemente lo que nos hacen afrontar estas historias, es el peligro cotidiano, al recordarnos que todo tiene un precio, especialmente aquello que no nos merecemos.
Por lo demás, el guion dibuja a la perfección el microcosmos formado por los habitantes del edificio, con sus grandezas y, sobre todo, sus miserias, también es meticuloso en el retrato del protagonista en un nivel de perversión ligera lo que lo hace más aterrador. No hace falta más que capítulos de treinta minutos y centrados en lo esencial, para construir una trama en apariencia simple pero cargada de matices, que nos atrapa sin momentos de descanso.
El encargado es francamente una sorpresa, un producto magnífico como entretenimiento, pero con mucho dentro, una joya que no debería de pasar desapercibida. En breve segunda temporada. No puedo esperar.
Público
Comentarios