320 páginas
Disponible en ebook
¿ Que pasaría si la segunda venida del Mesías tuviese lugar en la actualidad en Nueva York? ¿ Que se esperaría de Él? ¿ Como se recibirían hoy día sus mensajes?
Conocemos a Ben como un ser marginal, un hombre judío de unos treinta años, expulsado de su familia desde hace más de una década, sobreviviendo entre alcohol y prostitutas.
Un accidente mortal en el que no muere, lo convierte en el centro de atención, pero también en un ser diferente, o más bien, desencadena la naturaleza para la que parecía estar predestinado.
A partir de ahí, la historia camina hacia adelante pero siempre ofreciéndonos la información sobre su pasado, para que tengamos una visión de toda su vida, como si se tratase de una continuación del antiguo y nuevo testamento. El libro se compone de diferentes voces, las de aquellas personas que formaron parte de su peregrinaje, sólo dos de ellas repiten, el resto, se mueve entre el descubrimiento y el asombro. Y así, poco a poco, se dibuja una gran historia.
El autor elige el entorno que posiblemente elegiría para vivir un nuevo Jesucristo, los suburbios más oscuros de una de esas ciudades que incluyen la enfermedad de un mundo que tiene muchos caminos dirigidos al dolor. Y el mensaje, no es el del juicio, que sería poco aceptable hoy día, sino el del amor, como un sentimiento puro, físico y emocional, pleno.
Quizás hay momentos en que ese mensaje es demasiado obvio para todo lo que se repite, e incluso pueda resultar banal y algo inconsistente, pero narrativamente, la historia es magnífica, en su capacidad para dibujar los escenarios y crear a los personajes como una nueva mitología urbana, en como ir desgranando acontecimientos y manteniendo la tensión, y, sobre todo, como crear momentos fascinantes que van construyendo un relato de una gran densidad.
También podemos leer El último testamento como una crónica del nacimiento de las sectas visto desde la fe de los adeptos, aunque creo que eso sería una visión simplista.
No conocía a James Frey y lo voy a descubrir. He descubierto una voz potente, de rica imaginación y pegada al mundo. Y no puedo dejar de preguntarme, ¿ cuantas vidas necesitaría para leer todo aquello que merece la pena?.
Público
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