TEATRO: ORTEGA de Karina Garantivá

 

Director.-

Ernesto Caballero

Intérpretes.-

Ana Ruiz. Alex Gadea. Alberto Fonseca

Reconozco que no conozco el proyecto de Teatro Urgente, y muy poco el pensamiento de Ortega y Gasset. Llego por lo tanto virgen a esta propuesta teatral que se presenta de forma aparentemente humilde en el Teatro Quique San Francisco.

Todo comienza y termina delante de un contenedor y lo hace, en el prólogo, con un diálogo breve entre simbolista y absurdo. Ya desde ese momento sabemos que lo que vamos a ver no está dentro de lo convencional.

A partir de ahí asistiremos a una extraña odisea de la pareja protagonista: algo tan sencillo como deshacerse de las obras completas de Ortega, se convierte en un laberinto con pistas múltiples que abren puertas pero no terminan de conducir a ningún sitio. Hablamos de deshacerse del pasado, de perder la memoria, de la construcción de la propia historia de cada uno, del cansancio y de la conformidad, y de muchas cosas más, recordándonos que todo esto que parecen grandes dilemas existenciales, están presentes en el entorno cotidiano de todos nosotros. Ortega va encendiendo luces en sus diálogos aparentemente ligeros.

Pero también hay un subtexto, o yo lo encuentro, que me encanta, y es la necesidad de eliminar la trascendencia como forma de existir, no entendiendo la vida como la obligación de actuar, sin olvidar la reflexión como base, pero tampoco las circunstancias que determinarán nuestras posibilidades.

Por supuesto, todo ello acompañado de la belleza y la inteligencia de las palabras del filósofo.

El texto de Ortega me parece difícil, muy difícil y lleno de aciertos. No termino de encajar algunas escenas, dentro del matiz surrealista, como la ofrenda a los dioses o el trozo que alarga el final en el momento de operación, y quizás habría que hacer que algunos parlamentos tuviesen más naturalidad. Pero eso no limita su capacidad para convertir el teatro en un ejercicio intelectual, en este caso muy arriesgado.

Público

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