336 páginas
Disponible en ebook
De Dennis Lehane he leído mucho a pesar de ser un descubrimiento tardío. Y siempre me ha gustado un montón. Cumpliendo con las bases de lo que tiene que ser la buena literatura negra, la trilogía de Coughlin era crónica social, evocación histórica de una época y apasionante trama. Incluso Después de la caída, la más cercana al thriller convencional, resultaba ejemplar.
Comienzo Un trago antes de la guerra sin saber que es su primera novela y que tuvo continuidad en las aventuras de sus personajes principales.
Aquí nos encontramos en el Boston de los años ochenta, y el racismo es una bomba de relojería a punto de estallar y de lanzar por los aires las bases que mantienen segura la sociedad. A nuestros protagonistas les encarga un alto personaje político la búsqueda de una mujer desaparecida y la recuperación de unos papeles que, al parecer se ha llevado. Obviamente, todo será mucho más complicado de lo que parece a primera vista.
Lehane es un magnífico aprendiz de los grandes: Chandler, Hammet.... y tengo que decir que, al inicio de esta novela, tengo la sensación de que su narrativa es en exceso deudora de la de los clásicos- De hecho, recorro muchas páginas pensando que el peso de la ironía y la chulería de Pactrick Kenzie, el detective protagonista, tiene demasiado peso en el desarrollo de la historia hasta el punto de lastrar ligeramente su agilidad.
No pasa nada, poco a poco todo se va enderezando y vuelve el Lehane al que ya conocía. El conflicto crece adquiriendo esos niveles de grandeza y fuerza que este autor ya ha conseguido en otras ocasiones y que lo convierte en una epopeya de dimensiones casi mitológicas, con unos personajes dignos de leyenda. Y llegamos a un final redondo, sangriento, brillante y hermosamente brutal.
Lehane efectivamente es uno de los mejores escritores actuales de novela negra, y lo es sobre todo, porque escribe como un clásico pero contando el mundo de hoy.
Público
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