Jaime Vadell. Paula Luchsinger. Alfredo Castro. Gloria Munchmeyer. Diana Mercado Armenta. Amparo Noguera. Diego Muñoz. Antonia Zeggers. Marcial Tagle. Catalina Guerra.
La verdad es que esta película es una venganza, un insulto contundente, el entierro definitivo del personaje que retrata, el intento de asegurarse que la Historia nunca lo va a reivindicar.
Augusto Pinochet es aquí nada menos que un vampiro que lleva chupando sangre desde la revolución francesa. La idea es sorprendente y, en los primeros treinta minutos, parece que, desde el desconcierto, podemos entrar en una parábola oscura sobre el mal y la falta de respeto por la vida de los demás.
Sin embargo, Larrain opta por la caricatura farsesca y por extender la burla a toda la familia del dictador ( y a algún otro personaje histórico que no revelaré por no hacer spoiler). El problema no es sólo que pierda una oportunidad que me parecía muy rica, sino que el argumento se vuelve algo errático y caprichoso, incluso no siempre comprensible en cuanto a las motivaciones de los personajes.
El autor está fundamentalmente interesado en contar la avaricia de sus protagonistas desde la mediocridad más despreciable, su desprecio por la dignidad, su idiotez, su condición de parásitos. Y , a mi entender, por ello sacrifica el resto a partir de ese primer capítulo que promete tanto.
La película esta rodada en un precioso blanco y negro, y consigue escenas visualmente fascinantes. No cabe duda de que detrás hay un director con mucho cine que ha sido capaz de afrontar la historia oscura de su país en películas tan brutales como El Club y con un impacto mucho más contundente que esta.
No es la primera vez que Larrain se basa en un personaje real, lo hizo, y muy bien, Con Jackie, Spencer y Neruda. A las dos primeras las trato con cariño, al tercero le despreciaba pero le reconocía las grandezas de sus palabras. En el caso de El Conde, a Pinochet lo odia, lo detesta, no le reconoce ningún valor, y quizás ese exceso de rechazo no medido, haya desequilibrado lo que podía ser una buena y original idea.
Público
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