Canadá 2023
Director.-
Xavier Dolan
Intérpretes.-
Julie Le Breton. Patrick Hivon. Eric Bruneau. Xavier Dolan. Anne Dorval. Megalie Lépine Blondeau. Pierre Gabriele Lajoje. Julianne Coté. Jasmine Lemee. Elijah Patrice.
Duración.-
5 capítulos. 60' C.U.
Filmin
No conozco de la obra de Dolan más que una película, Mommy, obra maestra desgarrada alrededor del amor materno filial entre la genialidad formal y la desesperación. No está lejos temáticamente de la que se presenta como la primera serie de televisión de su autor, precisamente en el momento en que este ha decidido dejar el cine ( donde empezó con 19 años ) apenas superados los treinta. Todo parece excesivo a su alrededor, epidérmico, febril, y también todo parece bascular alrededor de esa fuerza tan generosa como exigente, tan dolorosa como gratificante, que es el amor familiar.
La familia no se elige. Pero parece que sí se elige es continuar dependiendo y dependiente de sus lazos.
La historia que se nos cuenta en esta miniserie, podría ser la de cualquier melodrama familiar con misterio incluido: cuatro hermanos disfuncionales, una madre carismática y un secreto del pasado que sale a la luz cuando, al fallecer la matriarca, deshereda a todos sus vástagos en favor de un tercero.
Podemos decir que lo que hace no convencional el resultado es la mirada de Dolan, oscura y centrada en mostrar frontalmente la miseria de cada uno de los personajes. Narrativamente existen irregularidades como el hecho de que lo que comienza como un thriller, en algún momento cercano al cine de miedo, derive sin explicaciones al melodrama más crudo. También el hecho de que, si bien lo ocurrido quince años antes afectó principalmente a dos de los personajes principales, todos ellos parezcan afectados por la onda expansiva, lo que genera cierta sensación de acumulación y exceso. Pero el resultado, sin embargo, es hipnótico, y creo que eso se consigue gracias a que el director siempre filma desde la compasión.
Tengo la sensación, como la tuve con Mommy, de que Dolan es un autor que trabaja desde las vísceras sin imponerse un control. Su obra es por tanto tan desigual como lo es la vida cuando nos pone en el límite. Quizás algo que no ocurre tan a menudo como en su cine, pero que ocurre al fin y al cabo. Y me siento cerca cuando, desde la aceptación de nuestra fragilidad, nos habla de la necesidad del amor como tabla de salvación cuando llega desde ese entorno en el que, sin poder explicarlo, podemos recibir las mayores heridas pero también el único bálsamo capaz de curar cualquier dolor.
Todos necesitamos un refugio y todos necesitamos redención. Dolan parece decirnos que, en ocasiones, hay que cruzar el infierno para alcanzarla, pero que, pensemos lo que pensemos, la familia siempre será nuestra patria. Estoy seguro de que tampoco él ha tenido un camino fácil para llegar.
Público
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