Director musical.-
Mark Minkovski
Director de escena.-
Olivier Py
Intérpretes.-
Nadine Sierra. Pene Pati. Alexandre Duhamel. Laurent Naouri. Inés Ballesteros. Anna Tobella. Anais Masllorens. Albert Casals. Tomeu Bibiloni. Pau Armengol.
Liceu Live
No conocía esta ópera, Manon, más allá de algunas arias y la
obertura. La historia está a la altura melodramática de los libretos más
desaforados: una joven llega a la ciudad para ingresar en un convento, pero por
el camino se fuga con un muchacho del que se enamora y a quien lleva a la
perdición. Mientras ella se convierte en la reina de París, él ingresa en un
convento con la intención de abrazar el sacerdocio. Por supuesto, no confirmará
su vocación y todo se complicará hasta la tragedia.
Pues bien, dentro del disparate que sostiene el argumento de
cualquier ópera, yo a este le encuentro posibilidades con una buena dirección
que trabaje los matices. A fin de cuentas, la protagonista recorre un arco muy
interesante y, por muy enamorada que esté, nunca abandona la avaricia. Hay un
punto de sordidez sobre la mediocridad de este mundo y la búsqueda del placer
inmediato. La corrupción del caballero da juego…
Pero ese no el objetivo de esta versión. Olivier Py opta por
equiparar la ópera a un musical, y lo llena de brillo, lentejuelas, escenarios
móviles que no siempre son adecuados desde el punto organizativo de las
escenas. Hay mucho color, muchísimo movimiento aunque no siempre aporte ( de
hecho, me llama la atención la torpeza de las coreografías )pero el desarrollo
dramático está totalmente aplanado, sin aportar ni siquiera una estructura
sólida.
Es como si el director hubiese decidido que la parte
narrativa no hay con quien la levante y a cambio ofreciese un espectáculo
visual, con algún hallazgo pero también mucha superficialidad. Creo que
francamente, le falta respeto al material de partida, y a nosotros razones para
poder disfrutarla.
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