Jeremy Pope. Gabrielle Union. Raul Castillo. Bookem Woodbine. Aubrey Joseph. Aaron Domínguez. Eman Esfandi. McCaul Lombardi. Andrew Kai. Nicholas Logan. Steve Mokate. Tyler Merritt
Creo que fue a principios de los ochenta cuando se estrenó Oficial y Caballero, donde Richard Gere se convertia en un rebelde que conseguía, vía sacrificio, reconducir su vida y convertirse nada menos que en un marine, una fuerza de élite icónica para la seguridad de América.
Han pasado muchas décadas y las cosas han cambiado mucho. Aun así, los marines siguen siendo un cuerpo casi mítico y las pruebas que tiene que superar Ellis son similares a las que sufría su antecesor.
La diferencia fundamental es que, si lo que definía al personaje de Gere era su deriva hacia la delincuencia, el de Pope esta marcado por su homosexualidad. Si en el caso del primero se habla de redención, en el del segundo, todo se refiere a su dignidad, como en un momento importante de la cinta, él mismo reconoce.
La película de Brotten tiene una caligrafía contundente en su plasmación de los salvajes entrenamientos y la necesidad de inmersión de los nuevos reclutas. La música, el montaje, todo está al servicio de hacernos sentir el dolor y la desesperación. De todos modos, creo que lo más importante es que el director y también guionista, nos está contando su historia, y por ello, hay tanta fuerza y tanta emoción en muchas de sus escenas, como la primera en que Ellis deba enfrentarse a que sus compañeros descubran su condición o su error con el formador que más se ha ocupado de él; me resulta más difícil encajar la relación con su madre porque me parece una ruptura en una película que consigue equilibrio en un estado constante de tensión, pero entiendo que será tan verdad como todo lo demás.
Hay que agradecerle además ser capaz de sortear la reivindicación superficial o la crítica fácil. Lo que nos cuenta es una historia personal, y cualquier lección particular que pueda extraerse será bienvenida, pero su creador tiene la humildad de no pretender crear una lección universal.
Jeremy Pope, igual que hacía Gere aunque no se le reconociese, consigue una interpretación delicada, difícil y perfecta, llena de matices.
A diferencia de lo que ocurría con Oficial y Caballero, La Inspección no es un film de propaganda, y sin embargo, creo que el heroísmo que retrata es mucho mayor.
Público
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