CINE: EL IMPERIO DE LA LUZ de Sam Mendes

 

UK 2022

Olivia Colman. Colin Firth. Michael Ward. Toby Jones. Hannah Oslow. Tom Brooke. Sarah Stewart. Monica Dolan. 

Comienza El imperio de la luz con unas imágenes capaces de producirme mucha nostalgia: un cine de los de antes en una ciudad del sur de Inglaterra, uno de esos lugares que conservaban la estética de antaño, cuando asistir a una sala para ver una película era casi una ceremonia sagrada, un salto a otra dimensión.

De hecho, todo sucede en los años ochenta. Fue entonces cuando yo llegué a Madrid, y el cine, que hasta entonces era sólo un buen amigo al que visitaba sobre todo a través de la televisión, se convirtió en un infinito de múltiples descubrimientos, muchos de ellos en lugares muy parecidos al Cine Enpire de esta película.

Por eso me gusta tanto su principio, donde Mendes es capaz de convertir ese escenario en un lugar mágico, donde unos personajes con trazas de solitarios, pasan sus vidas. De hecho, el comienzo de la historia entre los dos protagonistas, puede haber cierta morosidad, y yo la encuentro encantadoramente ingenua.

La trama se centra en algo parecido a una historia de amor entre dos seres desubicados: una mujer madura y perdida, presa de una relación tóxica, posiblemente para sentir algo parecido a una relación, y un joven de color que ha sido rechazado en la universidad y tiene que afrontar la creciente ola de racismo. 

El problema es que, aunque la película me ha puesto de su lado, e intento con generosidad que se prolongue el encanto, lo pierdo ante algunas escenas de trazo grueso ( el estreno de Carros de Fuego, las confesiones de la protagonista sobre su infancia... ) y luego en el desenfoque de la línea argumental, que se abre al exterior del cine, para hablar de racismo, sin demasiada sutilidad.

Hay cosas, por supuesto muy destacables, el comienzo del que he hablado, una estética de postal aparentemente ingenua y algo cursi, y por supuesto la luminosa interpretación de Olivia Colman. Quiero ser comprensivo, pero me habría gustado tanto que me hubiese gustado tanto como esperaba, que no puedo sentirme algo decepcionado.

La nostalgia es una especie de tristeza feliz, y era lo que esperaba, a fin de cuentas, la de Mendes coincide en mucho con la mía, y los dos amamos el cine..... Vale, me quedo con esas primeras imágenes, esa primera media hora y una historia correcta y que no deja de ser entretenida.

Quizás el problema sea sólo de expectativas.

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