290 páginas
Disponible en ebook
Ya he escrito muchas veces que el Nobel de Literatura otorgado a Anne Tyler sería para mi una sorpresa maravillosa. Y merecidísima. Esta autora que, desde su Baltimore natal que siempre cuida como escenario, nos recuerda a una mixtura perfecta entre Jonh Updike y Jane Austen.
En esta ocasión, la trenza del título se refiere a la familia, como entidad compuesta de varios miembros que, aunque se desenreden con el tiempo, mantendrán siempre las ondulaciones que recuerdan que son parte del mismo cuerpo.
Todo comienza con una pareja de jóvenes que encuentra sus diferencias en la primera visita juntos a los padres de él, diferencias verdaderamente en sus familias. Ante esta situación, ella, Serena, pensará en la suya, y, a partir de aquí y a través de varias décadas, iremos conociendo a todos sus miembros y asistiendo de forma minuciosa a sus relaciones, sus deseos, sus éxitos y sus fracasos.
El punto de partida puede ofrecer un error de perspectiva. Aunque bien escrito, esa introducción no aporta nada al grueso del libro, ni este realmente nace a partir de ahí ya que lo que nos cuenta nunca podrá ser parte de la memoria o el conocimiento de la aparente inductora. Aun así es un problema menor porque, a partir de aquí, volvemos a encontrarnos con lo mejor de Anne Tyler.
De nuevo, como en la mayor parte de sus obras, todo transcurre en el seno de una familia. Y de hecho, aquí es la familia misma contenido y motivo. En una pluralidad de personajes, será capaz una vez más de hacernos posible a cada uno de ellos en lo más profundo de su intimidad y en sus aspectos más cotidianos. De nuevo hay en su escritura ternura, delicadeza, sencillez y humildad.
Y llegamos al final del largo viaje contemplando la sabiduría que sólo el paso del tiempo ofrece cuando se alcanza el equilibrio de habitarlo sin intentar poseerlo.
Una joya, una de esas obras de Tyler tan magníficas que poco les importa parecerlo.
Adquiere AQUI esta novela
Público
Comentarios