España 2022
Marta Carmona. Manuel Egozke
30 minutos.
Un corto, como un cuento, debe de ir siempre a lo esencial, para contar una historia en tan poco tiempo. No por eso, tiene que dejar de ser ambicioso. De hecho este corto lo es.
La historia que nos cuenta, una historia de amor marcada por la diferencia social y por los inicios políticos de los jóvenes de la burguesía en los años sesenta, se acopla a un escenario conceptual muy marcada: la arquitectura.
De este modo, el romance se combina con una crónica del desarrollo urbanístico de Madrid. Y la inteligente mezcla de documentos de la época con imágenes actuales, ofrece un panorama muy interesante sobre el paso del tiempo. Visualmente, Arquitectura Emocional 1959 es evocadora. Tenemos constantemente en mente ese país que nos han contado. Y esta extraña mezcla de imágenes, palabras y planos, a mi me transmite una poesía fría y lúcida, casi metálica pero con corazón latiendo debajo.
Tiene la textura de las antiguas historias y la narración rigurosa de un contador de cuentos con mucho de literario. Y con todos estos elementos, se alcanza un resultado sorprendente que, sí, consigue quedarse en lo esencial, para que no echemos nada de menos.
Público
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