Director.-
Baran Bo Odar
Intérpretes.-
Emily Beecham. Andreas Pietschemann. Mathilde Olivier. Miguel Bernardeau. Aneurin Barnard. Clara Rosager. Isabella Wei. Anton Lesser. Alexandre Willaume. José Pimentao. Yann Gael. Rosalie Craig. Maria Enwolter. Gabby Wong. Jonas Bloquett. Tino Mewes. Heidi Toine. Isaak Dentler. Ben Ashenden. Fflyn Edwards. Lucas Lynngaard.
Duración.- 8 capítulos. 50' C.U.
Netflix.
Empecemos con una reflexión: una cosa es enredar y otra desenredar. Lo primero es más o menos fácil. Lo segundo, generalmente difícil, sobre todo si lo primero se ha hecho bien. Siempre h pensado que esto es algo aplicable hoy día a la mayoría de series, películas y novelas de misterio. Es muy fácil complicar una trama en su inicio. Crear expectativas. Llevarnos al límite de la comprensión. Sin embargo, luego hay que estar a la altura, ofrecer una solución del entuerto que responda al misterio sin decepcionar ni sonar a excesivamente tramposo.
Esto viene a cuento, perfectamente, en esta serie. 1899 tiene un comienzo magnífico. A finales del siglo XIX, un barco de pasajeros parte de Europa con destino a América. Cuatro meses antes, otro buque, el Prometheus, ha desaparecido en medio del atlántico sin dejar rastro. Entre quienes se dirigen ahora al nuevo continente, muchos secretos. Pronto todo se complicará cuando empiecen a llegar mensajes del navío desaparecido. A partir de ahí, hay que prepararse para una trama que cada segundo que pasa se complica un poco más.
No quiero continuar para evitar das pistas. La pregunta es ¿ está el desenlace ( que no llega en realidad hasta los últimos diez minutos ) a la altura de lo que hemos ido recibiendo?. Pues bien, en mi opinión, lo está con matices. Por supuesto hay trampas, pero lo más importante es que sólo haciendo un giro de ciento ochenta grados y planteando algo inesperado, podemos salir del atolladero. No, no es lo que esperábamos, pero no deja de sorprendernos y eso es positivo,. Además, 1899 es una pasada desde el punto de vista visual. Tiene escenas de una potencia sorprendente, sobrecogedoras. La fuerza de ese gran buque luchando contra el mar, se complementa con otros capítulos inolvidables como el de los suicidios o el del cementerio de los barcos.
Resumiendo: la serie me ha tenido enganchado hasta el último minuto. Ha habido trozos que me han gustado más que otros y alguna solución narrativa la considero cuestionable, pero no por ello he perdido atención. Y nunca ha dejado de impresionarme con sus imágenes. No, no la pondría en una lista de mis preferidas, pero también tengo claro que no me perderé la segunda temporada que, sin duda, llegará.
Paradojas. O quizás que es imposible no perdonar lo que sea a una serie que termina regalándonos el Starman de David Bowie, llamadme nostálgico.
Público
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